TÍTULO | El guerrero americano III | ||
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AÑO | 1989 | NACIONALIDAD | USA |
DIRECTOR | Cedric Sundstrom | ||
GUIÓN | Avi Kleinberger, Gideon Amir | ||
REPARTO | David Bradley, Steve James, Marjoe Gortner, Michele B. Chan | ||
SINOPSIS | Steve James y David Bradley viajan a la remota isla caribeña de Triana esperando competir en un prestigioso torneo de artes marciales, pero en lugar de eso, se ven obligados a competir contrarreloj para salvar sus vidas cuando el terrible villano «Cobra» (Marjoe Gortner) utiliza una terrorífica arma biológica de nueva generación. |
Larga, aburrida, predecible y lo peor… ridícula. La 1 y la 2 eran malas de verdad, pero tenían ‘ese aquel’ de joya/truño que consigue enganchar, bien sea por un actor con carisma, por una historia medio decente o por unas coreografías de lucha interesantes. En las 2 primeras teníamos un poco de cada, pero claro… cuando hacemos una tercera parte y lo que más enganchaba, que era Michael Dudikoff, ya no está, pues te tienes que esforzar mucho para conseguir que funcione. No fue así.
Continúo tras el salto, de relax.
Repetimos historia con tantas otras utilizadas en las películas de artes marciales. Sin ir más lejos, un año antes se estrenaba Bloodsport (Contacto sangriento), con Jean-Claude Van Damme dándolo todo en su mejor película, e incluso Kickboxer, de 1989, o yéndonos un poco atrás, Operación Dragón (1973). Aquí, un americano entrenado en el ninjitsu 3 veces campeón de karate, se presenta a un festival de hostias, que está organizado por un tío muy malo, que se llama ‘Cobra’, y que quiere probar unos venenos chungos para vender como arma química.
No sólo la historia está muy manida, sino que la falta de carisma de David Bradley sustituyendo a Michael Dudikoff no hace más que aburrir al espectador. Intentan poner a Steve James (el negro) de graciosete haciendo chistes de ninjas durante casi toda la película, y rozan tanto el ridículo que lo único que de verdad consigue es que te den asco hasta las 2 primeras películas.
Las coreografías de lucha son de lo peor. Ni de cerca ni de lejos están bien hechas. Y cuando llega el momento de ‘la japonesa’, buffff… más preparado, pausado, aburrido y todo lo negativo que os imaginéis, no podría ser. Horrible.
Y el final? Yankis contra malos, quién crees que gana? Efectivamente.
En resumen, una pérdida de tiempo que sólo hace que te aburras y termines de mala hostia.