Sinopsis de «El castillo ambulante»
Sophie, una joven sobre la que pesa una horrible maldición que le confiere el aspecto de una anciana, decide pedir ayuda al mago Howl. Howl vive en un castillo ambulante, pero tal vez sea él quien necesite la ayuda de Sophie.
Un corazón es una pesada carga
El castillo ambulante es la película número 14 del Estudio Ghibli y una más en el conteo personal de Hayao Miyazaki, quien en esta ocasión adapta la novela de fantasía de la escritora británica Diana Wynne Jones, “Howl’s moving castle” (1986).
Como en otras adaptaciones realizadas por Miyazaki, aunque mantiene parte de los temas principales (el destino, la juventud, el valor, el amor…) lleva la historia a su terreno con su característico estilo y sus conocidas obsesiones, especialmente el antibelicismo, centrando el tema en las víctimas inocentes (los mal llamados «daños colaterales» por los medios de desinformación).
La ambientación está muy lograda, con una fusión entre steampunk y fantasía (el diseño del castillo es brutal). Los personajes son variados, perfectamente definidos y llenos de matices, aunque no llegan a ser tan completos como en producciones anteriores. La animación es excelente, muy cuidada y llena de detalles en cada plano, con hermosas escenas de ciudades y paisajes. La banda sonora, de nuevo de Joe Hisaishi, es sublime.
Sin embargo, el desarrollo se resiente un poco: puede que sea la película de Miyazaki donde más se nota la duración del metraje; una vez presentados y establecidos los personajes da la impresión de que no tiene muy claro qué hacer con ellos ni cómo llevarlos hacia el desenlace de la historia. Desenlace que además cuenta con un pequeño Deus ex machina que porque sí… :/