El calendario de adviento es una película francesa dirigida por Patrick Ridremont (Dead Man Talking), que presenta una propuesta interesante en la que se combinan elementos de terror y fantasía con unos toques de espíritu navideño. Protagonizan Eugénie Deruand (L’histoire d’Annette Zelman), Honorine Magnier, Janis Abrikh, Sabrina Lopez Leonard (¿Quién es quién?, Black Beach) y Clément Olivieri (París es nuestro).
Sinopsis de «El calendario de adviento»
Eva es una ex bailarina que, tras un accidente, queda postrada en una silla de ruedas. Su vida da un giro inesperado cuando su amiga Sophie le regala un antiguo calendario de adviento que parece tener poderes mágicos. La sorpresa de cada día viene con consecuencias inesperadas que le obligan a tomar decisiones que afectan su vida de formas cada vez más inquietantes.
Si no sigues las reglas, te mato
Patrick Ridremont, director de El calendario de adviento consigue crear un ambiente que oscila entre lo acogedor y lo siniestro, reflejando el tono ambiguo del calendario mismo. Ya de por sí, la idea de un calendario de adviento maldito es intrigante y ofrece un enfoque novedoso dentro del género de terror. Además, su diseño es visualmente impresionante, tanto del objeto en sí, como de ciertos aspectos que le rodean y que podrían ser spoiler así que no voy a entrar en ello.
Así, la película nos sumerge en una atmósfera de suspense cargada de tensión, con escenas oscuras y oníricas, presentándonos un objeto aparentemente inofensivo que esconde oscuros secretos. La revelación diaria del contenido del calendario otorga a la cinta una estructura episódica que consigue mantener el interés y llevar un ritmo constante en la narración. Por otro lado, esos objetos no siempre tienen una consecuencia directa sino que a veces plantean dilemas morales a la protagonista, un hecho que incrementa la intriga y la sensación de que algo muy malo está a punto de pasar.
De todas formas, el guion presenta algunas inconsistencias y momentos que se sienten forzados. En algunas ocasiones, los protagonistas toman decisiones y llegan a conclusiones de forma bastante gratuita. La trama es muy lineal, con pocas sorpresas y se vuelve predecible en ciertos puntos. El desenlace, abierto y sujeto a interpretaciones varias, podría haber sido más impactante.
Los personajes secundarios están poco desarrollados, lo que impide que el espectador se conecte con ellos emocionalmente y lamente sus (a veces) nefastos destinos.