Babylon es una película que celebra el amor por el cine, pero también lo cuestiona y lo critica. Una obra maestra que no deja indiferente a nadie.
Estamos a punto de terminar 2022 y empezar 2023, así que es un momento tan bueno como cualquier otro para hacer una selección completamente arbitraria y sin sentido de lo mejor y lo peor que he visto en la pasada década.
Black Hollow Cage es un monumento al tedio y al mal-hacer. No sólo es lenta y aburrida, sino que los personajes no enganchan lo más mínimo, y a medida que avanza la película te das cuenta que simplemente estás viendo una versión cutre de Los Cronocrímenes (siento el spoiler, pero así te ahorras ver la peli), del genial Nacho Vigalondo.
El problema de Fast & Furious 9, es que ya no muestra nada nuevo, ya no sorprende nada y todo suena repetitivo. La nueva entrega no iba a cambiar esto.
P-51 Dragon Fighter es una de esas películas que no esperarías ver en la tele, hasta que la ponen un día en La Sexta después de una de Seagal.
La mensajera, lejos de ser una gran película, puede resultar entretenida si buscas un thriller de acción tranqui sin demasiada adrenalina.
La batalla por Sebastopol nos habla de un personaje muy importante de la historia, Lyudmila Pavlichenko, el terror de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Policías corruptos es un thriller tranqui con Nicolas Cage y Elijah Wood haciendo un papelón fantástico. Muy recomendable, de verdad.
Los exterminadores es un zurullo de proporciones bíblicas, pero se toma tan poco en serio a si misma que puede resultar hasta divertida.
Dave Bautista está tan acartonado que hace que te preguntes si está bien de salud. Al menos la química mostrada en pantalla con la cría resulta simpática.
Juego de espías es una película simpaticona, pero muy olvidable.