Tentáculos de las Bermudas es una producción de The Asylum para Syfy. Como dijo el oso: «Tú no has venido aquí a ver una buena peli, ¿verdad?» 😄. Dirige Nick Lyon (Rise of the Zombies, Tormentageddon: Apocalipsis Infernal, Isle of the Dead) y protagonizan Trevor Donovan (Birds of a Feather, Strawberry Summer, Atrapada en otra vida), John Savage (El Cazador, Haz lo que Debas, Carnosaurios II) y, sigh, Linda Hamilton (Terminator, King Kong 2, Un Pueblo llamado Dante’s Peak).
Durante una extraña tormenta, el Air Force One cae en el Triángulo de las Bermudas. El Presidente de los Estados Unidos consigue escapar en una cápsula de salvamento. La plana mayor del Ejército corre en su auxilio, tropezándose con una ancestral criatura que amenaza, primero, a toda costa Este de Estados Unidos y, en última instancia, al mundo.
En fin, para ser una producción de TheAsylum, tampoco es tan mala. Bueno, sí que lo es, pero está al nivel de una típica superproducción de acción pasada por el cutrefiltro de la productora.
Repasemos. El Air Force One tiene un accidente sobrevolando el Triángulo de las Bermudas y la única preocupación de la tripulación es que el presidente consiga entrar en la única cápsula de emergencia que hay. Una vez conocido el accidente, lo más selecto de la Marina estadounidense se desplaza hasta la zona dirigidos por una almirante rígida, tradicional y seguidora de las reglas.
La única opción de rescatar al presidente es una operación contrarreloj (el alimento y el oxígeno de la cápsula son limitados) llevada a cabo por un grupo especializado en inmersiones cuyo jefe es un rebelde, acostumbrado a romper las reglas, que ya ha tenido sus roces con la almirante y que además perdió a parte de su equipo en una misión anterior debido a una mala elección de la que él mismo se culpa.
Al cóctel se añade una gigantesca criatura ancestral, o alienígena, o ambas cosas, que no le pone las cosas fáciles a los barquitos de la Marina, atacándolos con unos enormes tentáculos. Los soldados se defienden disparando aleatoriamente al aire, a ver si hay suerte y una bala le da a uno de los tentáculos de CGI que salen del mar o a algún compañero que, total, uno más o uno menos.
Para acabar, entra en juego un submarino de última tecnología, en fase experimental (cómo no) y que debe usarse, in extremis, primero para rescatar al presidente y, después para intentar acabar con el persistente bichoño con un plan que, aparentemente no tiene sentido pero que, oh sorpresa, parece que triunfa.
¿Con qué energía se mueve este submarino? ¿Con baterías de plata zinc? Si hiciéramos un bypass entre el regulador y el dispositivo de protección de sobrecarga, provocaríamos una gran aceleración de las hélices principales, ¿no?
— El Presidente de los EEUU
Efectos especiales un poco por encima de la media habitual de la productora. Actuaciones en la línea, planas, monocordes y sin emoción. Tecnocháchara digna del mejor/pero Star Trek (aquí a gusto de cada cual). Y Linda Hamilton, que tiene facturas que pagar. No aburre demasiado y casi consigue hacer que uno pase 90 minutos entretenidos.
Trailer de Tentáculos de las Bermudas
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