EFE – MADRID Juan Luis Galiardo interpretaba «a dentelladas», se «extralimitaba en todo lo bueno» e hizo que el cine español fuera mucho mejor. Su fallecimiento supone una «gran pérdida» para el teatro y el cine. Así se pronunciaron numerosos amigos y compañeros de profesión, como Juan Echanove, Imanol Arias, José Luis Cuerda y Alberto Closas, que se acercaron ayer al tanatorio de la M-30 de Madrid para dar su último adiós a Galiardo, de 72 años,víctima de «una rápida y devastadora» enfermedad.
Galiardo fue incinerado anoche en la más estricta intimidad, y tanto la Casa Real como el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, mostraron su apoyo a la familia enviando mensajes de condolencia.
El actor, que intervino en largometrajes como «El disputado voto del señor Cayo» (1986), de Antonio Giménez Rico; «Pasodoble» (1987), de José Luis García Sánchez; «Soldadito español» (1988), de nuevo con Giménez Rico; «Todos a la cárcel», de Luis García Berlanga; «Familia», de Fernando León, con la que obtuvo la «Garza de oro» del Festival de Cine Hispano de Miami, y «Pajarico» y «Tango», ambas de Carlos Saura, entre otras, era un intérprete de larga trayectoria que compatibilizó el cine con el teatro y la televisión. Se da la circunstancia de que ayer fue día de rodaje para la serie de Antena 3 «Gran hotel», en la que interpretaba un papel que su repentina muerte deja ahora en el aire.