Sputnik nada tiene que ver con la vacuna rusa del COVID-19, aunque sí va de matar a un bicho muy malo. Dirigida por Egor Abramenko es la versión extendida (y muy diferente) de su cortometraje Passazhir, que traduciremos por Pasajero, de 2017.
El único superviviente de un enigmático incidente de una nave espacial no ha regresado solo a casa, escondiéndose dentro de su cuerpo una criatura peligrosa.
Sputnik es una película muy lenta, algo esperable en una producción rusa, pero lo que más destaca en la producción es el ambiente opresivo que consigue trasladar al espectador. Al desarrollarse en un búnker gran parte de la historia, nos sentimos tan encerrados como lo están los personajes. Sin llegar al nivel de Alien: el octavo passazhir pasajero, desde luego, pero similar. Y hasta aquí se pueden hacer comparaciones con Alien, porque el resto de la historia poco o nada tiene que ver con la producción de Ridley Scott.
Pocos efectos especiales, comedidos, discretos y bien utilizados, sin saturar al personal. Me ha encantado toda la escena que da inicio a la película, con los cosmonautas en la nave. Las tomas exteriores me parecieron de un real muy creíble.
La ambientación temporal, 1983, está súper lograda. Tanto que mata un poco la sorpresa del final de la película.
Oksana Akinshina interpreta a la prota, Tatyana Klimova, y lo hace de manera magistral. Fría como el acero lleva a cabo su investigación sin ningún tipo de barrera, hasta que la situación se pone seria y entonces empieza a recular. Es un personaje muy creíble, bien construido y mejor interpretado.
No conocía a esta actriz, pero habrá que hacerle un seguimiento. Por lo pronto la volveremos a ver en la película que sirve como respuesta rusa a la serie Chernobyl.
Economía de localizaciones que oprimen al espectador. Temporalización logradísima. Efectos donde tienen que estar. Buenas interpretaciones… Es todo tan bueno en Sputnik?
Pues no es oro todo lo que reluce, por desgracia. La segunda línea de historia que tenemos por detrás de la principal, es un completo sinsentido.
No obstante, esto no consigue quitarnos el buen sabor de boca que hemos estado paladeando durante todo el metraje, siendo así Sputnik una película muy entretenida y original. Desde luego es recomendable para pasar un buen rato.