Aprovecho para hacer una reseña tranqui de esta serie, ahora que la emisión ha pasado el ecuador (son 10 episodios, esta semana ha salido el séptimo pero aún no lo he visto); supuestamente, en base a productos similares, la recta final estará cargada de revelaciones y respuestas, y la mayor parte de lo que nos han contado hasta ahora era mentira, o una verdad a medias… o no. En todo caso, la percepción de la serie puede cambiar según el enfoque que le den a la conclusión, así que considero interesante hacer una valoración de lo que hemos podido ver hasta ahora, una valoración que puede variar o no en cuanto tengamos todo el tapiz completo (el 1 de septiembre), y entonces haremos una segunda parte de esta reseña.
Ante todo, decir que no voy a ser muy objetivo porque soy fan de «Scream» (1996), entendida como un homenaje a las pelis slasher de los 80, con humor y metalenguaje sin caer en la parodia fácil. Así como sus continuaciones (1997 y 2000) trataron el tema de las secuelas, las sagas, las revelaciones y los cambios sobre las historias originales; y la cuarta parte (2011) llegó a tiempo para criticar/aprovecharse de la actual moda de remakes, reinicios y revisión de las pelis míticas del pasado.
[sociallocker]La serie lleva gestándose dos años o así, de hecho se había anunciado una primera fecha de estreno para el verano pasado; ya nos hicimos eco en su momento de la noticia y casi que coincido con lo que se dice en ese último párrafo de hace tres años.
El primer episodio de «Scream: La serie» mola bastante, claro que se nota la mano en el guión de Kevin Williamson (responsable de la misma labor en la tetralogía) tanto en la definición de personajes como en la presentación de la situaciones y el juego entre realidad y ficción. En su momento, se anunció que también había intención de que Wes Craven dirigiese el episodio piloto, pero, evidentemente, al final no ha podido ser.
El episodio es toda una declaración de intenciones, para bien y para mal.
Noah Foster: Gotta remember that the whodunit may not be as important in our story… You need to figure that it’s a horror story, that someone might die at every turn. You have to care if the smokin’ hot lit teacher seems a little too interested in his female students. You have to care if the team wins the big game. You have to care if the smart, pretty girl forgives the dumb jock.
Riley Marra: Sounds like Friday Night Lights
Noah Foster: Exactly. You root for them, you love them, so when they are brutally murdered, it hurts.
Jake Fitzgerald: What about Texas Chainsaw or Halloween?
Noah Foster: Those are slasher movies. You can’t do a slasher movie as a TV series.
Noah es, en la serie, el equivalente a Randy en las películas, el fan fatal del cine que enumeró las míticas reglas para sobrevivir a una cinta de terror:
- 1º No practicar sexo;
- 2º No consumir drogas o alchohol;
- 3º No decir «Enseguida vuelvo».
En fin, estamos en Lakewood, un pequeño pueblo de usalandia a orillas de un lago, donde el día de Halloween de 1994 hubo una masacre de estudiantes supuestamente llevada a cabo por Brandon James, un joven desfigurado que había sido humillado por algunos de ellos. Brandon James es abatido por la policía y cae al lago donde, presuntamente, muere. El personaje tiene detalles que recuerdan tanto a Michael Myers de «Halloween» (1978 – ) como a Jason Vorhees de «Viernes 13» (1980 – ), y al más reciente Victor Crowley de la trilogía «Hatchet» (2006 – 2013), al que no tenía el gusto de conocer pero que me apunto para un futuro visionado.
La historia empieza veinte años después, en la actualidad, donde presenciamos un primer asesinato, que es una puesta al día de la famosa escena de Drew Barrymore en la peli de 1996. A partir de ahí vamos descubriendo varias tramas que incluyen cyberbulling, chantajes, acoso, relaciones inapropiadas y diversos misterios relacionados con lo que pasó veinte años antes.
Como digo, Kevin Williamson solo se ocupa de escribir el piloto y se le acaba echando de menos, en concreto a partir del cuarto episodio, que supone un pequeño estancamiento en la serie. La trama avanza poco a poco, pero apenas hay suspense o tensión, y sí mucha pastelada, besitos y demás moñadas. Personalmente, considero que faltan personajes, especialmente víctimas potenciales; para ser un slasher mínimamente decente, debería haber entre una y dos muertes, no necesariamente relevantes, por episodio. Y hay por lo menos un personaje, el exnovio de la protagonista, que sobra desde el episodio 4 ó 5, y parece que aún va a durar hasta el 7.[/sociallocker]
En conclusión, la serie empieza bien y, aunque es corta, lo mismo hubiera estado mejor con unos seis capítulos. A ver cómo lo terminan, pero a estas alturas está todo tan abierto y hay tantos agujeros en las diferentes subtramas que puede pasar cualquier cosa. Por ejemplo, no sabemos a ciencia cierta qué paso exactamente con Brandon James ni con su hermano, ni dónde está el padre desaparecido de la protagonista (¿en el armario como el padre de Sydnet Prescott?), ni cuáles son las intenciones del misterioso chico nuevo… Pues eso, demasiadas posibilidades, pocos sospechosos tangibles, pocas desconfianzas entre los protagonistas, pocos cadáveres…
Ya estoy al día… [SPOILER ALERT]
Me jodió mucho que pareciera que Will estaba vivo, pero por suerte, rectificaron a tiempo y se lo cargaron, y de qué manera!