Sinopsis
Un grupo de adolescentes se encuentra en un reformatorio de baja seguridad situado en una isla. Una noche su vigilante desaparece, y aprovechan para acercarse a la ciudad donde descubren que se ha desatado el caos por culpa de una extraña enfermedad.
¿Zombies, infectados, whatever?
No crezcas o morirás podría haber sido una interesante variante dentro del género de zombies y/o infectados, pero después de una introducción de personajes muy molona (que parece una versión de El club de los cinco guionizada por Warren Ellis) y de crear una atmósfera de tensión bastante envolvente, pierde el rumbo y el ritmo de forma desastrosa y deambula sin una internción narrativa clara, como si se hubieran quedado sin ideas sobre qué hacer con la situación que nos han presentado.
El grupo de adolescentes se ve envuelto en un escenario tipo 28 días después y van palmando de forma muy precipitada (y estúpida en algún caso), quedándonos con una parejita que es a la que seguimos durante casi todo el metraje restante, que tampoco es mucho, la película dura apenas unos 80 minutos, pero por momentos se hacen eternos.
En la cinta no se da ninguna explicación sobre el origen de la enfermedad, ni sobre su funcionamiento o por qué parece comportarse de forma aleatoria según conviene a la narración. Y tampoco es que hiciera falta dar muchas explicaciones si lo que se cuenta tuviera algún interés, que lamentablemente no es el caso. Es decir, tenemos que, en presuntamente unos pocos días, los adultos se convierten en una especie de muertos-vivientes agresivos, los niños pequeños se vuelven completamente autosuficientes (capaces de conducir y buscar medios de sobrevivir en un entorno hostil) y los adolescentes… bueno, los adolescentes siguen siendo gilipollas.
En fin, una historia bastante fallida, con un arranque prometedor, pero un nudo y un desenlace excesivamente soporíferos.