Hace veinticinco años que Bruce Willis, en el papel de John McClane, se decide a salvar al mundo en formato yo contra todos, la exitosa Die Hard o denominada en españa por ironías del destino, Jungla de cristal.
En esta ocasión vamos a repasar sus actuales 5 películas y el manual de estilo de John McClane. Dicho en otras palabras, ¿qué elementos necesita una película de acción para convertirse en una Jungla de Cristal?
1. Debes estar siempre en el lugar equivocado y en el momento menos oportuno
Hay siempre una cosa inconfundible y es que si John McClane tiene una virtud, y maldita virtud, es la de estar siempre en el lugar equivocado en el momento menos oportuno.
Puedes llamarlo un rascacielos a medio construir a punto de ser secuestrado por terroristas alemanes, un aeropuerto internacional, la capital económica de Estados Unidos o de bonitas vacaciones por Rusia. Sea como fuere, si algo malo tiene que salir bien y no lo hace, es porque John McClane anda por medio.
2. Obligatorio la camiseta de padre de familia (la de tirantes de abanderado de toda la vida)
John McClane no es un seguidor de la moda actual ni de los mejores diseñadores. Pero, cómo son las cosas, John McClane hace recordar a más del 70% de padres de entre los 50 y los 90, y es que, la primera vez que vi a John McClane con la camiseta de abanderado que utilizaba mi padre, me sentí orgullosa. Afortunadamente no perdió los pantalones y no pude comprobar si también llevaba los calzoncillos a juego.
Este hombre ha sabido imponer una línea estética. Sí, sí, nos refererimos a la del tipo duro ataviado siempre con su camiseta de tirantes. Da igual que sea una gélida y nevada Navidad Californiana o un caluroso día de Nueva York.
Además, el tiempo que dura esa camiseta blanca impoluta en llenarse de mierda y sangre es proporcional al subidón de la película, si no, no sería John McClane…
3. Mata a tus enemigos de forma dolorosa
Si tienes que colgar a la mano derecha de Hans Gruber de una cadena metálica, hazlo.
Si tienes que volar un puñetero avión lleno de militares americanos para hacer una pista de aterrizaje para tu mujer, Vamos, adelante.
Si tienes que cortar a un hombre por la mitad con una cadena , No lo dudes…
Si tienes que empotrar a una muchacha oriental contra la pared del hueco de un ascensor con tu 4×4, no te lo pienses dos veces.
Y Sobre todo, si tienes que irte a Chernobyl sin ropa de protección a hacer acrobacias colgado de un helicóptero para cargarte a los malos mientras intentas salvar a tu hijo y con ello caer en una piscina abandonada desde hace más de 25 años llena de agua radiactiva…. ¡por dios! eres John McClane, eres capaz de conducir y dar caza por Moscú a unos terroristas con un coche a toda velocidad sin conocer siquiera la ciudad, eres calvo, te sientes viejo y los problemas te persiguen ¿qué puede ser peor?
John McClane no se lo piensa dos veces a la hora de utilizar métodos creativos de matar, siempre que ello le salve la vida… y eso es porque sabe que, en situaciones así, sólo McClane puede sobrevivir, al fin y al cabo el trabajo sucio… alguien tiene que hacerlo y nadie mejor que él.
4. No confíes en la policía, ni en el FBI, ni en la CIA…
«Oiga señorita, no me joda, ¿le parece que estoy encargando una pizza?»
La frase, para el recuerdo de muchos, es de la primera Jungla de Cristal y resume a la perfección el papel que juegan los cuerpos y fuerzas de seguridad, a grandes rasgos, en todas las películas. Son un grano en el culo.
Da igual que hablemos del cuerpo de policía de Los Angeles, la policía del aeropuerto de Washington o agentes del FBI y de la CIA (ah, esos Johnson & Johnson), o de las agencias de superespionaje mundiales… Suelen ser bastante cortos de entendederas y acostumbran a reaccionar tarde y mal ante la amenaza de turno (cuando no son ellos mismos como pasó en la Jungla 3).
5. Confía en la gente común y si es rara, haz que te ayuden.
Si bien el grueso de los cuerpos de seguridad no queda muy bien retratado en las películas de La Jungla de Cristal, el ciudadano corriente es el que siempre está dispuesto a echarle una mano a John McClane. Ya sea un policía retirado de las calles por un pasado traumático, un empleado loco de un aeropuerto, un negro con mala uva que se llama como el dios que si se enfada te mete un rayo por el culo, un camionero aficionado a la historia americana trabajando en mitad de una presa enorme, un hácker pirado que domina el mundo de la información, está preparado para el apocalipsis y vive en el sótano de su madre o un taxista amante de la música americana que no le cobra la carrera por haberle escuchado cantar… McClane encuentra ayuda entre sus iguales.
Sólo por ese detalle nunca ha sido, ni será nunca, un superhéroe. Sino John McClane. Ese hombre al que le tocan los cojones a dos manos, los cuerpos de seguridad no le ayudan y sólo queda él para hacer el trabajo sucio… Alguien tiene que hacerlo ¿no?, Qué mejor que McClane, ya que parece que los problemas le persiguen.
6. No subestimes a John McClane
¿Cuántas veces hemos visto menospreciar a John McClane? Una y otra vez hemos visto a los buenos, a los malos, a los compañeros, a los secuaces de cada una de las películas de la Jungla de Cristal menospreciar a John McClane por ser símplemente poli…
Una de dos o no son conscientes del mundo en el que viven o no saben con quién están lidiando pero desde luego si fuese malo me grabaría el nombre John McClane a fuego en la memoria para no tocarle las pelotas si se cruza en mi camino.
7. No me vengáis a joder…
McClane siempre tiene a prueba una retahíla de recursos para evitar que los malos lleven a cabo sus planes. Cansado de tener que lidiar con terroristas dispuestos a secuestrar a su mujer, a sus hijos, robar dinero a su país atacando a unos niños indefensos, sembrar el caos en su país. o, peor aún, quitarle la tan merecidísima paga para la jubilación… Sólo por este acto, el malo de la jungla 4 debía morir… nadie puede negar que se la merece …
No hay que olvidar que los villanos de las tres primeras entregas son extranjeros los hermanos Gruber y el general Esperanza, en la quinta parte John McClane se va a buscar los malos a Moscú y …. Si, el villano de la cuarta era norteamericano pero estaba loco y trabajaba con extranjeros atacando a su madre patria, un traidor que además pegó a su díscola hija… mala cosa…
8. Escapa de la muerte como sea
¿Estás en lo alto de un rascacielos y no tienes salida? Utiliza una manguera antiincendios.
¿Que estás facturando tu maleta y te atacan con una ametralladora? tírate sobre las cintas de facturación y sal como si no pasara nada.
¿Una riada viene hacia ti en un túnel? Haz surf sobre un camión hasta que llegues a la salida más cercana.
¿Te caes de un helicóptero que se va a estrellar? Tírate en una piscina radiactiva…
Cualquier solución es buena si sirve para escapar a la muerte. Después de haber caído por un respiradero de un rascacielos y de hacer caer un 4X4 por el hueco del ascensor trepando por él agarrándose a los cables… , no hay nada imposible para John McClane.
9. No te rías de John McClane, él se ríe de ti
Aunque posiblemente el mayor festival del humor se perpetró en La Jungla de Cristal 3, junto a Zeus, un negro con bastante mala uva que le dió mucha réplica.
John McClane es un cómico ácido nato y podríamos hacer un especial entero sólo con todas las frases que ha soltado a lo largo de las cinco cintas existentes hasta el momento de La Jungla de Cristal(ya que parece ser que desea realizar una 6ª entrega):
O una de mis favoritas,
«Sor Serene me llamaba Señor McClane y mis amigos me llaman John. Tu no eres ni una cosa ni la otra».
John McClane sabe ser un tipo duro y un listillo siempre dispuesto a soltar una broma en el último minuto. Pero, ojo con las jocosidades mal traidas, le sientan muy mal a McClane…
«- Es una lástima, pero esta vez John Wayne no se quedará con Grace Kelly.
– Ése fue Gary Cooper, inculto».
10. Yippy kay yay, motherfucker!
Frase que forma parte ya del patrimonio lingüístico de la Humanidad o, por lo menos, conocida y usada en donde cuenta, en las calles.
Cuentan las leyendas que la expresión la utilizaban los vaqueros en el salvaje oeste allá por el siglo XIX y que era habitual de las películas de género de Hollywood. Por eso, cuando Hans Gruber le vacila a McClane y le pregunta si se cree un cowboy a punto de lograr la machada, Bruce Willis se sale por la tangente con esta frase que ya forma parte de la cultura popular.
… No en vano es la firma de nuestro chico cada vez que acaba con el trabajo…
Fuentes: Wikipedia, IGN España, Filmaffinity y SensaCine