Milo es un niño de nueve años, respondón y contestatario. Al comienzo de las vacaciones de verano y con ánimo de fastidiar sus planes de ocio y despiporre, su madre comienza a asignarle tareas y, encima, le da brócoli para cenar, así que en el calentón del momento el chaval desea que a su madre se la lleven los goblins, pero son las marcianas quienes la secuestran. Así que Milo tiene que emprender una peligrosa aventura para rescatarla, porque no tiene quien le prepare la comida, ni quien le lave los calzoncillos.

Marte necesita madres es una película de aventuras para críos sin muchas más pretensiones. De hecho, fracasa bastante en intentar introducir elementos para atraer el interés de adultos acompañantes, lo que hace que en algunos segmentos de la cinta decaiga el atractivo de la historia. A lo que hay que añadir el poco carisma de los personajes, y la forzada resolución de alguna situación imposible.

Basada en el libro de Berkeley Breathed, está realizada con la técnica de captura de movimiento utilizada en Polar Express, Beowulf o Cuento de Navidad y, de hecho, igual que éstas, también iba a ser dirigida por Robert Zemeckis pero, finalmente, fue Simon Wells el elegido.

La peli hace una crítica solapada bastante ácida contra ciertos aspectos de la sociedad y, especialmente, contra el «feminismo» (nótense las comillas) más radical: la sociedad marciana es un matriarcado feroz donde los machos de la especie son arrojados a un vertedero, literalmente, y las labores de las hembras consisten en producir y trabajar por el bien común, quedando el cuidado y educación de los nuevos retoños en manos de «extranjeros». Hay una facción rebelde que se opone al poder establecido, y que tiene connotaciones claramente hippies (aclarando el significado del título del post).

Hacer crítica social a través de la ciencia ficción no es nada nuevo, aunque sea tan blanda como en este caso y termine con una moraleja final muy forzada sobre los valores de una familia tradicional frente a las carencias de una monoparental.

Marte necesita madres fue un fracaso de taquilla en EEUU lo que provocó su estreno directo a DVD en Europa. El año siguiente, Disney volvió a intentarlo con el planeta rojo con su adaptación de John Carter, y volvió a hundirse, demostrando que a los marcianos no les gusta la compañía del ratón Mickey.

Como curiosidad, hay un telefilm de 1967 llamado Mars needs women, protagonizado por Yvonne Craig, la Batgirl televisiva de los años 60. No sé si tendrá algún parecido más allá del título y la similitud del argumento (el libro es de 2007), pero creo que no tardaré en investigarlo un poco más 😀

Recomendada para pasar un rato entretenido sin demasiadas espectativas.