Sinopsis de «Los 13 fantasmas»
La familia Zorba hereda una casa encantada en la que habitan una docena de fantasmas que esperan ansiosos la aparición del décimotercer espectro.
¿A quién vas a llamar?
Los 13 fantasmas es una película de humor sobrenatural que no ha envejecido especialmente bien. Vamos, lo de «humor» no es porque sea precisamente una comedia sino por el tono ingenuo e infantil del guión (el momento ouija, por ejemplo, es bastante sonrojante).
Básicamente, la trama es una intriga con la búsqueda de un dinero escondido en la mansión del Dr. Zorba, investigador que había dedicado su carrera a atrapar fantasmas por todo el mundo. El tema de los espectros se nota que está muy de relleno, que no pasan de ser unos poltergeists un poco gamberretes que van dando pistas sobre el misterio. Misterio que, por otra parte, carece de emoción pues se revela prácticamente desde el principio.
La excusa de los fantasmas también es el truco usado por William Castle para vender la película, que era un genio en esto del markenting. A través del sistema ILLUSION-O, los espectadores, gracias a una especie de gafas de Realidad Aumentada (toma adelanto), podían decidir si ver o no a los espíritus en los momentos de la película adecuados.
También hay que reconocer que, para la época, los trucajes fotográficos y de iluminación usados para representar a los personajes ectoplásmicos resultan bastante efectivos. Lástima que sean tan repetitivos y acabes viendo una y otra vez las mismas escenas de los espíritus haciendo sus cosas de espíritus.
En el año 2001 se hizo un remake.