Post rescatado de Cine de serie B o inferior, publicado originalmente el 8/12/2008
Estamos a finales de un período marcado por leves incursiones (muy poco ingeniosas la verdad la mayoría) y sobre todo por especulaciones en el terreno de los «versus», esto es «algo» o «alguién» enfrentado a «algo» o «alguien», lo que también se denomina en el argot «crossover«*. A ver repasemos, tenemos las dos dudosas adaptaciones de un comic-book de culto, «Alien vs. Predator», (destrozado a mi entender). También productos DTV* como «Boa vs. Python», bacanal de insufrible CGI* y para de contar. Y sin duda donde vemos una mayor profusión es el ámbito de los videojuegos, con «Marvel vs. Capcom» o la recién salida del horno «Mortal Kombat vs. D:C: Universe( quién lo diría, poder arrancarle la espina vertebral a Batman o empalar a Superman). No obstante lo más peinado fue el terreno de la conjetura y la rumorología, con constantes ideas e inminentes tribulaciones.
Lo que si creo sigue siendo un misterio como reza el título, es que nadie haya querido dar la oportunidad a un enfrentamiento, o da igual, colaboración, alianza, de esos dos titanes de la testosterona, los «bodycount«* de 3 dígitos y la munición infinita- sin dejar de lado los «one-liners«* por excelencia-, resumiendo el sueño húmedo de los amantes del cine de acción, más especificamente, y lamento acudir tanto al inglés pero es que faltan los términos castellanos, de los amantes de las «macho movies«*.
No sé si peco de asumir en exceso, pero creo todos sabemos quién es John Rambo, hasta nuestras abuelas o la adolescente vecina amante de Juanes y El Canto del Loco. Concebido originalmente como anti-héroe desequilibrado por el canadiense David Morrell- leed la novela «Primera Sangre» si teneis oportunidad-, dió el salto a la gran pantalla este andrajoso muchacho otrora soldado en Vietnam, desencantado con una sociedad que lo empujo a una guerra que perdieron sólo ellos, y que deambula por América sin tener dónde caer muerto. En realidad este lobo con piel de cordero ocultaba una máquina de matar que sufría estrés post-traumático agudo, y habiendo sacado toda la ira acumulada en el primer film pasó a ser el perfecto salvador de los valores norteamericanos en las subsiguientes secuelas de los años 80.
Por desgracia John Matrix solamente mostró su carisma y potencial en un título, de nombre «Commando», dirigido por el especialista en acción y cruda violencia Mark Lester. El guión era del grosor de una pizza napolitana, y basaba sus bazas en el momento estelar de su protagonista el gran Arnold Schwarzennegger, a poco ya de ser el actor mejor pagado de Hollywood: un experto y condecorado Boina Verde( como Rambo) es víctima del secuestro de su hija de 10 años, como parte de un chantaje para hacerle asesinar al dirigente de un país latinoamericano. Ni que decir tiene que optará por la vía rápida y contundente para encontrar a los raptores y recuperar a su hija. Cutrez premeditada a base de persecuciones, ensaladas de tiros, gráficas muertes, libertades de guión flagrantes, fallos de «raccord«*, dobles de la mitad de estatura y peso que Arnold, y sobre todo palazos de «one-liners» hacen de este film una experiencia multisensorial para todo fanático de la serie B.
Finalizada esta introducción es cuando surge la pregunta; ¿quién no ha pensado alguna vez en confrontar a los dos fundamentales iconos del género bélico menos creíble? ¿ O por lo menos uno de ellos con «Red Scorpion» de Dolph Lundgren?(bueno en esta última me estoy pasando).
Sí es bien cierto que los estudios de Hollywood lamentan enormemente no haber hecho colaborar a Stallone con Arnie, ahora que no hay vuelta atrás con el último de lleno en la política, nunca se lo han planteado a través de este modo. Hablaban de películas serias, de estas de acción de ahora, que confunden el tocino con la velocidad, creyendo que por mover la cámara hasta que el espectador se marea, y meter a la CIA, el FBI, la Interpol, la Guardia Civil y el Servicio de Guardabosques de Cuntis en la misma película, ya tienen una película de acción, con protagonistas repeinados y sin personalidad.
Pero nadie retomaba esta posibilidad. Se me escapa. Sinceramente. Se me ocurrirían cientos de posibles argumentos, ¡si hasta son los dos de la misma franja histórica!. El director sería sin duda Sly, ya hemos visto la mano que tiene con la dirección y guión de «Rambo 4», y hay 1000 dictaduras, países en guerra o genocidios con los que acabar. Además sus personalidades se fundirían a la perfección, uno el serio y atormentado y otro el sobreconfiado y amante del humor socarrón. Entonces si que ocurriría una 3ª Guerra Mundial como vaticinaba el general Kirby en «Commando».
Aquí os deja elucubrando acerca de ideas argumentales, con una última: partir de una injusta y vil muerte del coronel Trautman, ahora que con CGI es posible (bueno ya de siempre, ahí está «Game of Death», ¿no?).
En su momento tanto Arnold como Sly llegaron a pensar seriamente en hacer una película juntos, recuerdo que en un certamen del Festival de Cannes -si no me falla la memoria- en el cual estaban los dos como invitados se llegó a rumorear una colaboración entre ellos, pero no sabremos nunca porque no se llevó a cabo.
El mundo reventaría con una juntanza como tal…
🙂
Molaría ver la peli mientras todo se desmierda a tu alrededor, sería épico: novia, amigos, familiares queridos… todos en la sala de cine viendo a Schwarzenegger y Stallone con las paredes del cine cayéndose a cachos y previniendo el inevitable final…
Voy a escribir la película, y si no la quieren hacer, se la vendo a Van-Damme y Lundgren, que por un bocadillo hacen lo que sea.