Curvature, dirigida por Diego Hallivis (The Duel (Game Time), Pesadilla americana), es un thriller de ciencia ficción que combina viajes en el tiempo y elementos de drama con un misterio emocionalmente cargado. Protagonizan Lyndsy Fonseca (Kick-Ass: Listo para machacar, The Escort), Zach Avery (Trespassers, El bailarín), Glenn Morshower (Lugares oscuros, Obsesión fatal) y, en un pequeño papel, Linda Hamilton (Refuge, Tentáculos de las Bermudas).
Sinopsis de «Curvature»
Helen intenta sobrellevar la reciente muerte de su marido, un científico que se quitó la vida justo cuando estaba a punto de completar la invención de una máquina del tiempo. Un día, Helen recibe una llamada de una voz sospechosamente parecida a la suya, advirtiéndole que está en peligro.
A big ball of wibbly wobbly, timey wimey shit
Curvature comienza con buenas intenciones, pero no logra estar a la altura de las expectativas. La trama es ambiciosa, pero la ejecución es deficiente. Si eres un fanático de la ciencia ficción, vas a tropezarte con inconsistencias enormes que dificultarán que disfrutes de la experiencia. Un espectador promedio se va a encontrar con un telefilm de sobremesa con un trasfondo de ciencia ficción en el que viajar por el tiempo termina siendo una travesía sin rumbo.
Y eso que la premisa engancha, la idea de manipular el tiempo para cambiar el pasado es un concepto que siempre fascina. La película logra crear un ambiente intrigante y misterioso que atrapa en un primer momento, sin embargo el desarrollo es confuso, complicado de seguir y no tiene sentido (ni dentro de los parámetros habituales generales de los viajes temporales en la ficción, ni dentro de las normas propias que define la película para el tema). La narrativa avanza de forma lineal y las resoluciones son demasiado rápidas y no siempre satisfactorias.
Las explicaciones científicas son superficiales y derivan en tecnocháchara que se podría resumir en: «Esto pasa porque sí». Da la impresión de que el guionista tiene interés en plantear las implicaciones de manipular el pasado, pero no entiende muy bien cómo quiere que funcionen los viajes en el tiempo dentro de su historia. Se plantean preguntas filosóficas sobre el libre albedrío y las consecuencias de nuestras acciones, aunque no se acaba profundizando en ninguna de ellas.
El poster japonés, que he usado como imagen de cabecera, es puro clickbait del más tramposo (y artificioso) 😅