Melancolía (2011), la belleza del fin del mundo

«Melancolía» desafía las convenciones y nos obliga a confrontar nuestros propios miedos y ansiedades. Es una obra de arte que puede ser tan hermosa como desgarradora, y que quedará grabada en la memoria de aquellos que la vean.

Lost in translation (2003), una mirada íntima a la soledad y la conexión

«Lost in Translation» es una experiencia sensorial y emocional donde dos almas perdidas encuentran un inesperado punto en común en un entorno en el que se sienten desubicados. Una joya atemporal que sigue siendo relevante y conmovedora años después de su estreno.

Proyecto Gemini (2022), ensa ladilla rusa

«Proyecto Gemini» tiene una ambientación espectacular y una riqueza de medios que no se refleja en el guion, ni en la dirección, ni en la interpretación. La historia empieza como una perfecta gilipollez y acaba aún peor.

En la piel de mi madre (2023), un cuento de hadas sangriento

«En la piel de mi madre» ofrece una estética visual cautivadora, una atmósfera inquietante y una narrativa compleja que la hacen muy atractiva a priori, aunque carece de un desarrollo adecuado que la podrían haber convertido en una experiencia notable.

The hole (2001), un descenso a la oscuridad

«The Hole» es un thriller psicológico que reflexiona sobre la naturaleza humana y los límites de la amistad. Sin llegar a ser una obra maestra, merece la pena verlo.

Curvature (2017), un viaje en el tiempo con muchos baches

«Curvature» es una película de ciencia ficción que promete un emocionante viaje a través del tiempo, pero que, desafortunadamente, se pierde en un laberinto muy predecible de paradojas y clichés.

El rey pescador (1991), una odisea contemporánea

«El rey pescador» es una obra maestra que trasciende géneros, invitando al espectador a realizar una profunda reflexión sobre la fe, la redención, el poder del amor, la amistad y la búsqueda de sentido en un mundo aparentemente absurdo.