Sinopsis

A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff, que termina por arrestarlo tras dispararle en la pierna. La ayudante del médico, Samantha O’Dwyer, cuyo marido está en cama con una pierna rota, se encarga de extraerle la bala en el calabozo y de vigilarlo durante la noche junto al ayudante del sheriff. A la mañana siguiente los tres han desaparecido y la única pista que hay es una flecha que parece pertenecer a una tribu de indios caníbales.

Cuatro condenados salieron a caballo

Bone Tomahawk es un interesante western que transmite un ambiente muy clásico en la mayor parte de su metraje hasta que deriva, en su recta final, hacia un tono de terror truculento bastante sangriento y explícito.

Después de un breve prólogo que nos pone en antecedentes de lo que nos está esperando casi al final, tenemos una detallada presentación de los protagonistas y su entorno. Son casi 40 minutos que pasamos en el pueblo de Bright Hope, con sus cuidadanos más destacables y nos quedamos con ganas de saber más de sus vidas y sus antecedentes.

Los siguientes 40 minutos son el polvoriento viaje de la pequeña partida de búsqueda a través de un desolado paisaje típico del lejano oeste. El ritmo decae ligeramente y apenas somos testigos de poco más que un par de incidentes y la interacción entre los protagonistas. A pesar de todo, se hace bastante llevadera tanto por los diálogos como por las actuaciones y personalidades de los cuatro aventureros; y, sobre todo, porque es necesario el contraste entre este acto y el siguiente.

Después de la transición tranqui, los últimos 40 minutos, con la culminación de la misión de rescate, son trepidantes y suponen un cambio casi radical de género, como ya se intuía en el prólogo. Un final quizás forzadamente feliz, aunque agridulce.

La ausencia de banda sonora, contrariamente a lo que pueda parecer en principio, ayuda a reforzar la intensidad de las escenas, que son aderezadas por un interesante juego con sonido ambiental.

Una inesperada sorpresa, digna de ver y descubrir, que me alegro que me hayan recomendado. Es una pena que haya pasado relativamente desapercibida