Sinopsis
Una mujer embarazada y viuda pasa la noche de Navidad a solas, afligida por la reciente pérdida del padre de su bebé, cuando una extraña se presenta en su casa…
Terror, intriga y dolor de barriga
Al interior supone, en resumen, ver durante unos 40 minutos como una mujer le pega a otra una brutal paliza, sin concesiones, usando principalmente diversos objetos contundentes y de filo. La mujer atacada, claro, se defiende y también reparte lo suyo.
Hay unos minutos al principio que sirven de presentación de la situación y que empiezan con un accidente de coche mostrado de forma bastante gráfica. También hay algún momento de descanso en el que la víctima consigue encerrarse en una habitación de la casa, momento que aprovechan otros personajes para hacer acto de presencia, enterados de que se reparten ostias y quieren cobrar su parte.
Con pocos recursos, un escenario reducido (la casa de la protagonista, y alguna breve escena en otra localización), dos personajes centrales (más unos pocos secundarios de aparición fugaz) y una trama sencilla y lineal, la película consigue transmitir angustia, suspense, tensión y claustrofobia. Y todo adornado con una violencia directa, explícita y con momentos gore brutales. Destacar especialmente dos escenas … SPOILERS … la auto-traqueotomía a la que se somete la protagonista y, sobre todo, la cesárea en las escaleras… mucha grimilla.
Resulta curioso el uso de imágenes del feto en plan ecografía 3D cada vez que la madre recibe daño, ya que no solo sirven para hacer referencia al título de la cinta, sino que también reflejan que no es solo una persona la que sufre por los golpes.
Como punto negativo, la violencia llega a ser tan exagerada que, sobre todo hacia el final de la película, se hace poco creíble que los personajes sigan pudiendo levantarse y hacer poco más que arrastrarse.
La peor basura que he visto