Terminator: Dark Fate, o Destino Oscuro en españa, es la tercera película de la trilogía terminator protagonizada por el tándem Linda Hamilton/Arnold Swarzenegger. No es que ignore los sucesos ocurridos en la III, Salvación, Génesis y LCDSC, es que no han ocurrido.
Continúo tras el salto, a spoiler por línea.
Cuando murió el T-800 de T2 en la fundición (después de matar al T-1000), Skynet decidió enviar un último T-800 a por John Connor. Tardó 3 años, pero llegó, y lo mató.
Así lo vemos al inicio de Dark Fate, con una escena de Linda, Arnold y un joven chaval con la cara de Edward Furlong, rejuvenecidos (supongo que sólo la cara, porque el Furlong ahora está bastante tocinete).
Así que ese acontecimiento provocó una nueva línea temporal donde Skynet no existe (entonces cómo envió a 3 años después de la desaparición de Cyberdine a un nuevo T-800? Eh? James Cameron?), pero como los humanos somos tan gilipollas guays, habíamos hecho fotocopias y nos hacemos un rebranding y ahora nos llamamos Legión.
Como ya no hay resistencia futura liderada por John Connor, los nuevos terminator de Legión lo tienen mamao para gobernar la tierra. Wrong. La nueva resistencia, envía a Grace a defender a la que será la cabeza de lista en el futuro, que es Daniela (Dani). Os acordáis de Terminator 1, con Kyle Reese defendiendo a Sarah Connor porque iba a ser la que diera a luz al líder de la resistencia futura? Pues lo mismo, pero sin sexo. Sin pedirlo, recibe ayuda de Sarah Connor, que va por México con un 4×4 cargado de misiles por si acaso aparece un terminator. Al rato se encuentran con el T-800 que había matado a John Connor al inicio de la peli, pero ahora es viejo y se hace llamar Carl… y hace cortinas y conduce una Mercedes Vito.
Bueno, pues Legión quiere cargarse a Daniela, así que envían al iPhone de los robots asesinos, un Rev.9. Lo más de lo más: capaz de desdoblarse y tal… Una mezcla entre el T-1000 de Terminator 2 y el T-X de Terminator 3 (la de Kristanna Loken). Este Rev.9 lo protagoniza Roberto Cairo y lo hace muy bien. Después de tomar unos vinos en San Genaro se convierte en una máquina de matar.
Están todos entre México y Texas, pero tan rodeados de actores españoles que parece eso la cola del paro. Y quedan para hostiarse en la mítica presa de todas las pelis buenas de estados unidos, pero esta está en Salamanca (Salamanca España, pero Texas centro).
Típica pelea de Terminators y al final ganan los buenos.
A ver, no está mal. Mola ver a una señora de 62 años repartir como reparte, pero la película hace muchas aguas por muchos sitios. Terminator: Dark Fate es Terminator 2, con otras caras, y con las mismas. Se deja ver y tiene momentazos, así que sólo por eso merece la pena verla.
Ahora bien, no altera el orden en que hay que ver las películas de la saga según su calidad:
- Terminator 2
- Terminator 2
- Ya.