Entrevista extraída completamente de la edición online de ABC del 5/09/2011.
Mantener una charla con Viggo Mortensen (Nueva York, 1958), aquél que maravilló en «El señor de los anillos», «Una historia de violencia» y «Promesas del Este» resulta siempre un placer. Ya sea en español —pasó su infancia en Argentina— o en inglés. Sobre cine, fútbol o Sigmund Freud (1856-1939), personaje al que encarna en «Un método peligroso», del canadiense David Cronenberg y que ha sido recibida en Venecia con calurosos aplausos. En una casona del Lido y en plena euforia festivalera, con Mortensen da gusto psicoanalizarse.
—Para interpretar a Sigmund Freud en «Un método peligroso» no solo ha contado con su correspondencia, sino que, además, ha rodado en Viena, en su casa.
—Sí, y David (Cronenberg), Christopher Hampton (el guionista) y yo hemos tenido mucha suerte teniendo acceso a ese material. Aunque cuando Freud se fue de Viena se llevó todos los libros y sus cosas a Inglaterra, y ahora en el Museo de Freud de Hampstead tienen hasta su silla. Pero para mí fue muy interesante poder pasear por la calle por la que él lo hacía, y lo que me gustó fue hacer la escena en la que saludo a Carl Jung (su alumno y psiquiatra, con el que entabla amistad y rivalidad en la película) en los mismos escalones que durante décadas la gente pisaba para ser analizada y escuchada por Freud. Antes de rodar fui un par de veces en invierno y en primavera para pasear por ahí, porque Freud paseaba todos los días para preparar su cuerpo y su mente antes de sentarse a trabajar durante horas, aunque lloviera.