TÍTULO ORIGINAL	Primer
AÑO	2004	NACIONALIDAD	Estados Unidos
DIRECTOR	Shane Carruth
GUIÓN	Shane Carruth
REPARTO	David Sullivan, Shane Carruth, Casey Gooden, Carrie Crawford, Anand Upadhyaya, Samantha Thomson
SINOPSIS	Cuatro ingenieros que trabajan en un garaje construyendo objetos inclasificables descubren por casualidad un mecanismo para viajar en el tiempo que podría hacerles conseguir todo lo que ellos quisieran…

Mientras traducía esta guía y buscaba información adicional al respecto, me encontré con diversas referencias que señalaban «Primer» como una de las mejores películas de viajes en el tiempo que se ha hecho nunca. No me sonaba haber leído previamente nada al respecto sobre ella, así que la curiosidad me hizo buscarla y verla. Tremendo error. Seguramente hasta la había visto y mi mente la había desterrado por completo de mi memoria.

No es fácil contar una buena historia (o al menos una historia entretenida, que no es lo mismo) usando viajes en el tiempo. Aunque la guía que menciona ahí arriba presenta varias opcioens, básicamente hay sólo dos caminos:

* por un lado, tiras de acción, comedia o comedia de acción; el viaje en el tiempo es algo accesorio a la trama y pasas de puntillas por encima de contradicciones o consecuencias de alterar la historia;

* por el otro, vas a lo serio, las consecuencias de viajar en el tiempo son el eje de la trama, y todo tiene que encajar como un puzzle (al menos en apariencia), dentro de las reglas definidas para la historia.

En ambos casos es imposible evitar las paradojas y los dolores de cabeza a poco que intentes darle algo de sentido a lo que has visto. Estamos habituados a pensar en un sistema lineal de causa-efecto, y hasta hoy nadie sabe a ciencia cierta cómo funciona realmente la cuarta dimensión, todo son conjeturas y teorías.

«Primer» tiene dos ideas buenas a partir de las que intenta levantar una película de menos de 90 minutos, y no lo consigue.

La forma de explicar el viaje temporal es bastante original, yo por lo menos creo que no la he visto en otro sitio. Tiene la suficiente tecnocháchara (quizás demasiada) con algo de base científica como para resultar creíble.

Como el viaje en el tiempo está limitado a unos días o semanas hacia atrás (no se puede viajar hacia adelante más que de la forma habitual), el punto focal de la trama es cómo los protagonistas evitan encontrarse con ellos mismos a la vez que sacan provecho del conocimiento futuro. Un bucle bien contado.

El problema es que no es tan interesante ver cómo los personajes se esconden mientras coinciden en el tiempo con sus «yos» del pasado, cómo toman datos y notas para usar en el pasado y cómo van de un lado a otro sin hacer nada. Y la peli se detiene de forma contemplativa y monótona en todo eso.

Hay un par de sorpresas en la historia, y son justitas para hacer que abras un poco los ojos en medio del sopor, digas «¡¿QUÉ!?» y rebobines 5 ó 10 minutos para comprobar si te has perdido algo. En concreto, hay un momento (sin entrar en detalles ni spoilers, no sea que le arruine a alguien el placer de ver este joyaza) en el que se introduce una subtrama que implica a unos personajes secundarios previamente presentados, con unos datos sobre ellos que no nos han dado, pero lo presentan todo como si ya lo conocieras.

El ritmo y el interés por lo que pasa es nulo y confuso, muy confuso, confuso de cojones. Lo que no es malo, o no debería serlo. Hay muchas otras películas que usan la confusión como recurso narrativo, y además consiguen que pienses sobre lo que has visto, que le des vueltas. O, alternativamente, tienen un lenguaje visual impactante, innovador, atractivo, diferente. Aquí no hay nada de eso.

Los personajes y su entorno son tan planos que casi forman una concavidad. No hay caracterización, ni desarrollo, no sabes qué hacen, ni por qué lo hacen, para qué se reunen en un garaje a inventar cosas, ni qué buscan con eso, ni quiénes son los otros con los que comparten el garaje, ni a qué se dedican realmente (aunque sí te cuentan que se dedican a algo, y que lo del garaje es como un hobby… o no…)

Aburrídisima y pretenciosa. Y ya le he dedicado más texto que a otras. Lo cual debería contar como un positivo.

Si te gustan «Cube», «Pi» o alguna de ese palo, ésta es tu película. La trilogía del espanto más abyecto.