La mensajera no deja de ser un refrito de Transporter, que ya era un refrito de mil historias anteriores, pero aún así le he encontrado cosillas para entretenerme y, desde luego, me ha gustado mucho más que las fantasmadas de Jason Statham.
Un mafioso quiere matar al único testigo que puede testificar en su contra, y para ello contrata a una mensajera que, sin saberlo, entregue una bomba que lo va a matar.
Siendo críticos, como a veces nos gusta ser, La mensajera es un thriller un poco bastante fallido. Intenta muy en serio forzar situaciones de suspense, como podríamos esperar de un thriller de acción con mafiosos por un lado y una heroína con las cosas claras por otro, sin embargo debe ser la narración, o la forma de contar las cosas que no termina de enganchar como debiera.
El malo de cómic, mal dibujado, y los diálogos absurdos no ayudan a limpiar esta sensación, y tener actores de la talla de Oldman y Kurylenko para hacer esto, no deja de verse como «la típica peli mala con 2 famosos para tener algo de público». Para ver después de comer.
Sin embargo, con toda esta tonelada de mi*rda, he conseguido no engancharme pero sí entretenerme, y ha sido gracias al personaje de Olga Kurylenko. No me malinterpretéis (hoy), las escenas de acción están bastante guay y las de conducción también. Algún momento de comedia con el testigo a proteger (protagonizado por Amit Shah) ayuda a rebajar la poca tensión de algún otro momento.
Lo malo del personaje de Olga es que le faltan trazos. No sabemos nada de ella hasta casi el final de la película, y lo que nos dan no resulta suficiente para poder dibujarla correctamente. La actriz lo hace guay, pero si el personaje que te dan no está completo, no puedes hacer mucho más por él que darlo todo y que no se note.
Al final resulta una película de dobles juegos e inesperados giros de guion, para sorpresa de nadie, porque son bastante predecibles todos ellos.
Así que, para mí, por suerte, La mensajera, lejos de ser una gran película, me ha parecido entretenida sin más. Ideal para los fans de las películas de acción que tengan un poco de alergia a la adrenalina testosterónica que plaga las pantallas del género.