Kevin Bacon en la nueva entrega de X Men

 

Tengo que reconocer que hasta ahora no me hubiera imaginado a Kevin Bacon en el papel de supervillano, y no porque este hombre -camaleónico y estupendo actor donde los haya- no pueda realizar un papel muy digno, sino porque no creía que le interesaran este tipo de papeles.

Lo cierto es que el señor Bacon ha confirmado recientemente que participará en la nueva entrega de los X Men. La cinta será dirigida por Matthew Vaughn -Crimen organizado (2004) o Stardust (2007)- y en ella Kevin Bacon dará vida Sebastian Shaw, un hombre capaz de incrementar su velocidad y fuerza a límites sobrehumanos gracias a su capacidad para absorber la energía cinética y transformarla para el propósito deseado.

El personaje de Bacon es el líder de una sociedad secreta empeñada en dominar el mundo conocida como Hellfire.

A Kevin Bacon le acompañan entre otros Jennifer Lawrence , James McAvoy, January Jones, y Oliver Platt.

Seguiremos informando de este proyecto.

Related Posts

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

You Missed

Número 9 (2009), una fábula oscura con alma de trapo

  • Por D.Ego
  • septiembre 15, 2025
  • 24 views
Número 9 (2009), una fábula oscura con alma de trapo

El honor de los Prizzi (1985), una comedia de enredos mafiosa

  • Por D.Ego
  • septiembre 11, 2025
  • 60 views
El honor de los Prizzi (1985), una comedia de enredos mafiosa

Azumi 2: Death or love (2005), entre la espada y el corazón

  • Por D.Ego
  • septiembre 8, 2025
  • 69 views
Azumi 2: Death or love (2005), entre la espada y el corazón

Azumi (2003), ninjas, katanas, sangre y faldas cortas

  • Por D.Ego
  • agosto 28, 2025
  • 78 views
Azumi (2003), ninjas, katanas, sangre y faldas cortas

La verdad sobre perros y gatos (1996), ingenio y química

  • Por D.Ego
  • agosto 25, 2025
  • 90 views
La verdad sobre perros y gatos (1996), ingenio y química

2012 (2009), Emmerich al cubo

  • Por D.Ego
  • agosto 21, 2025
  • 55 views
2012 (2009), Emmerich al cubo