El actor estadounidense Robin Williams ha aparecido muerto este mismo lunes día 11, en su casa de la localidad de Tiburón (al norte del estado de California).
Williams, nacido el 21 de julio de 1951, en la ciudad de Chicago, aparentemente se ha suicidado, según las primeras noticias facilitadas por el Sheriff del Condado de Marin.
El actor de 63 años, que contaba con una dilatada carrera a sus espaldas, fue galardonado con el premio Óscar de la Academia en el año 97, por su papel en «El indomable Will Hunting».
Las autoridades certificaron su muerte por causa de asfixia, aproximadamente a las 12 del mediodía de hoy y se sabe que se le realizará la autopsia al cadáver, para esclarecer los hechos, en los próximos días.
El oscarizado actor había sido ingresado recientemente en un conocido centro de rehabilitación, aunque sus agentes han filtrado que no estaba consumiendo ni drogas, ni alcohol, en la actualidad; era de sobra conocida la larga lucha que llevaba Williams contra ambas adicciones.
La familia, a través de un comunicado de su mujer ha pedido respeto y privacidad, además de que no se centre el foco tanto en el modo de morir del actor, si no en sus méritos profesionales y su carisma personal.
Sin duda nos deja uno de los actores más afables y divertidos del mundo del celuloide, que deja tras de sí una filmografía al alcance de pocos, quedando incluso varios de sus últimos trabajos aún por estrenar.
En el recuerdo nos quedará siempre algunos de sus papeles más memorables, como el que hacía en «Good Morning Vietnam», donde el pinchadiscos Adrian Cronauer, es enviado a Saigón para trabajar en la emisora del ejército norteamericano, pese a los múltiples inconvenientes que surgen, Williams nos deleita con un humor y locuacidad desbordante durante toda la película.
Además de otros grandes títulos que estoy seguro habréis visto, tales como «El Club de los poetas muertos», «Hook», «Señora Doubtfire», «Jumanji», «Jack», «Flubber», «Patch Adams», «El hombre bicentenario», «Retratos de una obsesión» o la más reciente saga de «Noche en el museo», entre muchísimos otros títulos.
Sin duda un actor carismático, capaz de hacernos reír a carcajadas y también de enternecernos hasta la tan difícil lágrima, a partes iguales.
Sin más, desde aquí no podemos hacer otra cosa, que rendir nuestro más sincero y emocionado homenaje al gran Robin Williams… Descansa en Paz!!!