Al ver el país de procedencia quizá a muchos les venga a la cabeza las pelis orientales lentas en las que pasan pocas cosas, en las que hay pocos diálogos o que están tan alejadas culturalmente de occidente que cuesta un poco pillarles el punto. Pues bien, este no es el caso. Claro que tiene características orientales pero tiene buen ritmo y momentos con gracias.

(Poco) más tras el salto.

En un pequeño pueblo llamado Gyunggi las cosas siempre han funcionado de la misma manera y el detective Park Doo-Man  y su compañero no están por la labor de cambiar eso. Hasta que aparece una mujer asesinada y, por las características de este asesinato, los altos mandos envían a un joven polícia de Seúl para que los ayude en la investigación.  Llega y se queda flipao por las técnicas de esos dos policías: cogen al primer sospechoso, se inventan pruebas y lo torturan para que confiese. Incluso convocan a la prensa para reconstruir el crímen (y acaban haciendo un ridículo espantoso, por supuesto). Prefieren un trabajo rápido pero mal hecho.

El joven Seo Tae-Yoon quiere que esto cambie e intenta hacer bien su trabajo a pesar de los impedimentos de los otros dos idiotas. Se fija en cada detalle, en cada pista que encuentra… y poco a poco los jefes van confiando más en él.

Una historia de poco más de dos horas que no se hacen lentas. Además, con las ocurrencias que tienen a veces los polícias del pueblo te echas unas risas. A veces no sabes si la peli es así porque ellos son así, porque es su cultura y choca un poco o es porque tiene trazas de comedia.  Los personajes, aunque no los conozcamos en profundidad, podemos llegar a ver cómo cambian a medida que van sucediendo las cosas.

Os dejo con el trailer: