Proyecto Gemini (2022), ensa ladilla rusa

«Proyecto Gemini» tiene una ambientación espectacular y una riqueza de medios que no se refleja en el guion, ni en la dirección, ni en la interpretación. La historia empieza como una perfecta gilipollez y acaba aún peor.

Morbius (2023), el vampiro viviente

«Morbius», a pesar de tener una estética visual atractiva y una historia simple pero interesante, acaba siendo una película tan descafeinada como la sangre artificial que consume el protagonista. No es el desastre épico que dicen muchos, pero tampoco destaca especialmente.