Mahmud Nasir es un exitoso empresario londinense que vive enfrentado entre sus raíces musulmanas y las comodidades de la vida occidental. Cierto día descubre que es adoptado y, para más inri, de padres judíos.
Mahmud se verá en la necesidad de afrontar su lado judío para poder conocer a su padre moribundo, algo muy peligroso cuando el extremista Arshad El-Masri también está a punto de formar parte de la familia.
He visto esta película dos veces este fin de semana, y la segunda fue bajo mi recomendación al resto de la audiencia. Comedia de tintes religiosos y étnicos, de las que no decaen en ningún momento. No es una parodia, no es una comedia exhacerbada… es la típica comedia europea (bastante honrosa para ser el primer largo de su director: Josh Appignanesi) que nos tendrá entretenidos la hora y media de metraje, sin grandes alardes pero sin ningún momento de bajón, intercalando algún genial momento onírico.
¿Lo mejor? Las situaciones bajo el tándem Mahmud / Lenny, que enfrentan los puntos de vista musulmán / judío a la vez que se van acercando el uno al otro.
Del diálogo entre Mahmud (Omid Djalili – «Gladiator», «La Momia») y Lenny (Richard Schiff – «Seven», «Parque Jurásico», «El ala oeste de la Casa Blanca»).
Mahmud: ¿Qué tipo de judío es ese? ¿Judío oloroso?
Lenny: Un judío hippie.
M: ¿?
L: Un judío que ha renunciado a sus posesiones terrenales, pero que aún guarda los recibos.