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La batalla por Sebastopol (2015) – aaaasuuuuuuca

Cartel de La batalla por Sebastopol

La batalla por Sebastopol nos muestra un retrato edulcorado de la llamada Dama de la muerte de la URSS, Lyudmila Pavlichenko, una francotiradora que tiene en su palmarés un total de 309 bajas nazis durante la segunda guerra mundial. Ojo, bajas confirmadas… que igual son más.

Liudmila Mijáilivna Pavlichenko también tiene en su biografía el haber sido la primera persona de la Unión Soviética en haber sido formalmente invitada a la Casa Blanca

Lyudmila Pavlichenko es una joven estudiante rusa que, durante la guerra, se vio obligada a alistarse en el ejército en el año 1941. La chica resultó ser una francotirador nata; su impresionante habilidad y destreza la hacen destacar entre hombres y mujeres por igual. Al ver en Pavlichenko una amenaza tangible, el alto mando alemán da ordenes de eliminar a la muchacha a cualquier precio.

Imagen de La batalla por Sebastopol

– Y cuantos hombres has matado?

+ Hombre no, nazis… 309.

Hace relativamente poco hice una review de otra película similar, la biografía de Kalashnikov, otra biografía edulcorada sobre otro episodio importante de la historia de la URSS y del mundo armamentístico. Hoy le toca el caso a una mujer importante, quizá de las más importantes de la historia del S.XX, amén de todas las científicas olvidadas por los libros de historia.

Fotografía de Lyudmila Pavlichenko
Lyudmila Pavlichenko, la de verdad

Lyudmila se convirtió en el terror para los nazis, gracias a la efectiva propaganda soviética y la sola mención de su nombre hacía temblar a los soldados del bando ario, mientras que enorgullecía a los de la facción roja.

Podríamos pensar, con cierta lógica, que La batalla por Sebastopol se va centrar en dicho enfrentamiento, sin embargo durante toda la primera mitad de la película lo que tenemos es un rápido relato de cómo Lyudmila pasó del instituto al ejército, y cómo fue ganando méritos en el frente mientras alternan con escenas del campo de batalla y pequeños eventos que no aportan nada en absoluto, como relaciones, supuestos romances o enfados familiares y, con algo más de relevancia, su relación con Anna Eleanor Roosevelt, primera dama de los EEUU.

La estructura narrativa de La batalla por Sebastopol se basa fielmente en el relato que la propia Anna Eleanor Roosevelt hace sobre su encuentro con la francotiradora soviética.

A partir de la segunda mitad de la película tenemos más escenas de acción, y algunas francamente espectaculares, como el ataque aéreo nazi a los barcos soviéticos. Una crudeza acojonante y unos efectos especiales que no te esperas en una película biográfica. Brutal.

Con todo, la película no deja de ser otra muestra propagandística de lo grande que es/fue la URSS y lo han hecho por el hoy llamado mundo libre. Entiendo que el director, Sergey Mokritskiy (Ucraniano) intenta de algún modo apaciguar un poco las tensiones existentes hoy en día entre Rusia y Ucrania, otrora pueblos hermanos… si lo ha conseguido o no queda patente en nuestra historia reciente, y la respuesta es: No.

Aún siendo una película biográfica e histórica, no resulta para nada aburrida, ni lenta. La narración es ágil y los momentos tranquilos se ven rápidamente acompañados de eventos de tensión y/o acción como contrapunto. Es por esto que no puedo más que recomendar echarle un ojo a La batalla por Sebastopol.

Disponible en Prime Video…

Y para finalizar, la canción que Woody Guthrie, quien también aparece en la película, le dedica a Pavlickenko. No es una maravilla, pero el estribillo es pegadizo.

Apunte histórico

Lyudmilla no es, ni de lejos, la mayor francotiradora de la IIGM, ni de Rusia… el récord lo lleva Mihail Ilyich Surkov, con 704 bajas. En este enlace podéis ver el ranking de este triste episodio de la historia: http://wio.ru/galgrnd/sniper/sniper.htm

El exterminador (2016) – entretenida pero no más

El exterminador es una de esas producciones de Blumhouse que hicieron como si fueran palomitas de maíz. Debieron encontrar un horfanato de guionistas y los adoptaron a todos. Ahora los tienen esclavizados en un sótano encadenados a una máquina de escribir, y cada semana sacan un título nuevo.

Sin necesidad de ir más lejos, la película es entretenida por algunas situaciones, pero no le da para aprobar. Muchos homenajes, muchas licencias, muchos plagios y ojos negros sacados de un capítulo de Buffy, pero poca chicha.

Imagen de Aaron Eckhart en la película El Exterminador, de 2016

Un exorcista poco convencional tiene la capacidad de introducirse en el subconsciente de los poseídos, pero tropieza con serias dificultades cuando tiene que ocuparse de un niño dominado por un demonio al que ya se enfrentó en otra ocasión.

Aaron Eckhart nos presenta a un Exorcista rebelde, algo jamás visto (ejem), que tiene la capacidad de meterse en la cabeza de los poseídos y «sacarlos de la posesión», obligando así al demonio a salir por patas del cuerpo poseído.

Una película de exorcismos tiene que aportar algo diferente a todo lo ya visto anteriormente, no llega con cambiar las caras y las ambientaciones, tiene que haber más, y si no lo hay, tiene que haber «algo» que te mantenga atrapado 90 minutos sin querer dejar de ver.

Cartel de El Exterminador, de 1980.
El Exterminador, de 1980. No tiene nada que ver con esta película, pero la foto mola mogollón.

Con El exterminador no ocurre, llega un momento en que deseas que se acabe de una vez para poder ver otra cosa, y cuando miras el reloj te das cuenta de que aún queda más de la mitad de la película. Pero como soy un poco masoquista, pues ya me encargo yo de verla completa para poder advertir a los que vengan detrás.

El prota, por momentos, queremos que nos recuerde un poco a John Constantine (Eckhart sería un buen Constantine), pero se queda en un deseo, porque en cuanto se pone a actuar, te das cuenta de que tanto él como el resto del reparto están como, no sé… ensayando? Con pocas ganas de hacer su actuación creíble. Y es una pena, porque el personaje al que interpreta es interesante y te pones de su lado desde el inicio de la película, pero le falta desarrollo e interpretación.

El Exterminador es más pretenciosa que efectiva, pero al menos los amantes del género tendrán la suerte de ver un par de efectos especiales logrados, que no dan para levantar la mediocridad, pero al menos es un aliciente. Es lo que, en mi caso, no sitúa la película en una mi*rda, sino en algo entretenido sin más.

En resumidas cuentas, no la recomiendo, pero si te toca verla, espero que te entretenga lo suficiente.

Disponible en Prime Video…

Y ahora algo que tiene poco que ver… una banda llamada Grupo Exterminador con su ranchera «Reparar tu corazón».

Hellitosis: La leyenda de Bocapestosa

Hellitosis: La leyenda de Bocapestosa, Hellitosis: The Legend of Stankmouth, o Hellitosis a secas, es una mierda de película. Literalmente.

Se desliza… se arrastra… se caga… un asesino enloquecido con una enfermedad única que le da un nuevo significado al término «boca sucia» en este repugnante clásico.

Hellitosis surge de una campaña de Indiegogo fallida, en la que sólo obtuvieron el 10% de lo pretendido.

En esta campaña, creada por el propio director de esta mierda, daban unos alicientes muy interesantes para animar a la gente a colaborar. Desde un rollo de papel higiénico usado y firmado por el director, hasta uno de los zurullos ensangrentados que salen en la película, pasando por unos caramelos mentolados o un enjuague bucal. La verdad, no se me ocurre nada para que esta campaña haya salido tan mal.

La película empieza con un embustero This movie is completely based on true events, algo que a todas luces es más falso que los estudios de cine del director. Lo que sí es cierto es que, accidental o premeditadamente, Hellitosis es una versión extendida y retorcida del cortometraje de Eduardo Casanova «Eat my shit», del que ya nos hicimos eco en el blog en 2015.

En fin, 5 fulanos van a visitar una casa en venta/alquiler, y no sólo no escapan de allí por el intenso olor a mierda, ni siquiera porque haya mierda por las paredes, o botellas de whisky con mierda, o porque esté todo cerrado a cal y canto (con las ventanas tapiadas), o porque suenen pedos en todas las esquinas… pues se quedan y se ponen a visitar la casa y todas y cada una de las habitaciones.

Sólo uno de ellos parece medio cuerdo y menciona la mierda y olor, el resto «como si no pasara nada». Vale que dos de ellos sean de la inmobiliaria, pero los otros 3 visitantes no, y 2 parecen querer autoconvencerse de que «el sitio tiene posibilidades».

Pues en la casa hay un señor con tetas que tiene un ojete en la cara y el cuerpo embadurnado de caca, y que se dedica a matar gente. Ahora tiene a 5 elementos, a cada cual más retrasado, metidos en sus dominios.

La primera en caer es la que parecía más normal, pero llevaba un buen rato en la casa practicando el antiguo arte del fornicio con uno de los de la inmobiliaria. El señor cagao la atrapa cuando va a visitar el infecto cuarto de baño y la termina matando en una escena deplorablemente cutre y mal hecha… todo aderezado con sonidos de aplicación de pedos.

Llegados aquí tengo que hacer un breve recordatorio: esta película es una mierda. La producción es patética, la historia, al margen del caraculo, es un sinsentido de proporciones épicas, los actores son de mercadillo y el guion también (escrita por el director).

Fotografía de Lloyd Kaufman, quien tiene su aparición en Hellitosis.
Lloyd Kaufman

Sin embargo, tiene cierta gracia la condenada… los actores, a sabiendas de que lo que van a hacer es un zurullo antes de que la película salga publicada, no se lo toman nada en serio y se nota que se lo están pasando bien, y eso se llega a transmitir al espectador. La fotografía es especialmente buena, algo sorprendente para una película de esta clase (buena cámara y conocimientos de iluminación, supongo) y añade un contraste de profesionalidad que choca muchísimo con todo lo demás.

A mitad de película tenemos un pequeño interludio donde nos cuentan un poco de dónde salió el caraculo, con una estupenda aparición de Lloyd Kaufman, director de El vengador tóxico, entre otras miles de maravillas de Troma.

Como se puede sospechar, poco a poco van cayendo uno detrás de otro con escenas de mierda (literal y figuradamente), así que no diré más sobre la «historia». Sólo os dejaré mi recomendación para buscarla y verla, acompañados de colegas por favor…

Tráiler de Hellitosis

Y si queréis verla, aprovechad, porque está en Prime Video. Eso sí, buscadla a propósito, porque no os va a salir en las recomendaciones.

Scalps (El cementerio indio) (1983) – calvos al poder

Póster de Scalps, 1983

Con un 2,5 en IMDB y un 3,9 en Filmaffinity, quizá Scalps sea una de las películas peor valoradas que han pasado por delante de mis ojos, pero no la peor (espero). Veamos si se trata simplemente de una película muy mala o si tenemos delante una de esas «joyas» que nos encantan.

Joya: película muy cutre, pero con ciertos elementos subjetivos que consigue permanecer en el subconsciente y siempre te saca una sonrisa.

The Daily Dig: Scalps (1983) - Morbidly Beautiful
El hombre-león chungo, del que ya leeréis

Un grupo de estudiantes de ciencia arqueología descubren van a propósito a las ruinas de una antigua civilización india. Pronto, un espíritu malvado se meterá dentro del cuerpo de uno de ellos, y el estudiante poseído intentará matar a todos.

Sinopsis de Scalps (1983), con alguna corrección

Lo primero, hay 2 películas tituladas Scalps, una de 1983, que es de la que vamos a hablar ahora, y otra de 1987, con algo más de puntuación, que ya revisaremos otro día. Ambas películas las tenéis disponibles en Prime Video. Si haces clic en el enlace de aquí abajo tendrás un mes gratis en esta plataforma:

Scalps empieza bastante guay, la verdad. Una fulano con una cara un poco chunga, de aspecto nativo americano, pega un brinco y le corta la cabeza a un señor trajeado, sin motivo aparente. Sale un chorrillo de sangre estilo cutre años 80 y las manos del muerto que intentan localizar la cabeza en el sitio donde se supone que debe estar. En fin, que ya podemos intuir el tono que va a tener la película

They came out of the grave… to get REVENGE!

Scalps tiene un presupuesto ridículo, 15.000 dólares según IMDB, y gran parte de ese presupuesto seguramente se ha invertido en pagar el caché de algunas caras que salen en la peli, dejando muy poco dinero para la producción, efectos, maquillaje…

Esto justifica que la aparición de los espíritus indios sea tan risible, por no hablar del hombre-león y algunas de las caretas que salen en alguna escena.

Scalps (1983) - Moria

Tener un presupuesto bajo no debería ser un problema si detrás hay buenas intenciones, una buena historia y unos personajes sólidos. En Scalps no pasa… hay carencias de todo. Estoy seguro que si repetimos esta película con 15.000.000 de dólares, pero manteniendo el mismo equipo técnico, la película acabaría con peor nota.

Sobre lo técnico, ya que sale a colación… no sé si Scalps ha sido rodada en 8 o 16mm, pero el film tiene una textura y un color que enamoran.

La ambientación está muy guay, muy ochentera estilo la clásica Las colinas tienen ojos y la música muy de la época… un darkwave synth un poco repetitivo pero efectivo. Una pena que la música esté tan alta, demasiado; tanto que no deja lugar al sonido ambiente.

En fin, que mientras somos testigos de una pequeña expedición, vemos a un hombre-león, que bien podría ser el suplente de la mascota de algún equipo de petanca de Kazajistán, haciendo muecas raras y a un señor limpiando un trozo de ladrillo con una navaja choricera a la entrada de una cueva en la que «un espíritu» (que se presenta en forma de negativo mal superpuesto sobre la imagen) provoca que este señor se corte el cuello con la navaja.

Y… pasamos a los créditos.

Un par de nombres destacan sobre todos los demás: Kirk Alyn y Carroll Borland. Para los más jóvenes serán un par de completos desconocidos, pero para los que peinamos canas (aunque sea en la barba) son viejos conocidos.

Kirk Alyn fue Superman en el serial de 1948, y Carroll Borland es una cara conocida en el cine de terror clásico, habiendo compartido pantalla con Bela Lugosi en La marca del vampiro (1935).

Resultan irreconocibles en Scalps, pues si les has perdido la pista desde su «época» es complicado realizar las conexiones.

En fin, que ahora vemos a un viejo Kirk Alyn vestido de arquetípico explorador, preparando una expedición con unos estudiantes a un territorio indio para no robar ni exhumar nada, según acuerda con la directora de la universidad, Carroll Borland.

Al final resulta que el explorador no va a dicha expedición, así que debe ir siempre vestido así. Se marchan los estudiantes solos. Han de ser de los malos, porque son bastante mayorcitos.

Durante el camino, el conductor dice «Ahhh! Maldita sea! La temperatura está ardiendo!», y es una frase que aún resuena en mi cabeza.

Here's the unexpected origin of the "confused math lady" meme | Boing Boing

Como la temperatura está ardiendo, se paran a medio camino a echarle agua al radiador.

Una escena que no aporta nada en absoluto, porque prosiguen hasta una gasolinera donde ocurre lo obvio, y que ya hemos visto en mil y una películas desde los 60: la advertencia de un viejo indio, muy parecido a Keith Richards.

No vayáis a ese territorio, que es peligroso y vais a morir.

Advertencia de Keith Richards

Y qué hacemos? Pues vamos a ese territorio ignorando la advertencia, y vamos a morir.

John's Horror Corner: Scalps (1983), a Native American burial ground  B-movie about a cave man shaman… or something. | Movies, Films & Flix
Uno de los indios chungos

Van apenas 20 minutos y los sintetizadores empiezan a cansar un poco, pero somos valientes y seguimos adelante.

Mientras se dirigen a la zona de exploración, se van intercalando unas imagenes de «indios chungos», pero muy chungos, que parece que los tienen bajo vigilancia.

Otro par de escenas absurdas de una chica hablando de una mofeta y otra diciendo que hay un águila que los ha estado siguiendo.

Quizá la del águila tenga algo de misticismo nativo americano, pero la de la mofeta seguro que no.

Seguimos viendo imágenes de espíritus intercaladas de forma inconexa con la película. Siguen sin aportar nada, ni tensión, ni miedo, ni asustan ni sorprenden.

Llega la noche, y los jóvenes rodeando la hoguera del campamento me hacen querer recordar Viernes 13, pero no. Una escena de noche que tampoco aporta nada, no muere nadie, sólo vemos a un indio pegando saltos.

Por la mañana no sólo deciden ir a la zona de exploración, sino que deciden buscar exactamente la zona a la que Keith Richards les advirtió de no ir. Y ahí llegan, y como era de esperar, empiezan a pasar cosas raras.

A partir de aquí podríamos terminar el post, porque los siguientes 45 minutos de película son un montón de chorradas, frases absurdas como «no sé por qué vinimos a excavar a un sitio donde ha muerto gente»… eh, niña… eres arqueóloga.

2 se van a echar un casquete, a otro le proponen lo mismo y dice que prefiere ponerse a clasificar piedras. Mal actor y parvo. Así que se van los otros 2 a echar un polvo encima de una piedra.

Mientras 2 limpian piedras en la tienda de campaña, otros 2 follan encima de una piedra, y otra no sabemos dónde está, a la rubia que se queda sin polvo la persigue un indio, aunque no lo vemos, y echa a correr a cámara lenta. Al final el hombre-león chungo aparece para nada, porque la rubia escapa igualmente.

Por cierto, a ratos es de noche, a ratos no.

Imagen de Scalps, 1983
Uno de los espíritus en la fogata

Un cuenco empieza a echar sangre, suenan tambores debajo del suelo, explota una fogata en la cara del Elvis rubio y lo dejan negro como el carbón. Al rato empieza a poner caras y parece que tenemos que entender que ha sido poseído por un espíritu de un indio chungo.

El Elvis rubio se lleva a la chica, otra vez, a follar a la piedra, pero ahora con otras intenciones…

Escena de tetas, mala violación (si es que alguna puede ser buena) y al Elvis rubio se le empieza a poner cara de indio chungo, y cuerpo de Freddy Krueger. Se saca un cuchillo del calcetín (literal) y empieza a perseguir a la scream queen por el monte, que escapa corriendo como si estuviera pisando brasas.

Al final la pilla y le raja el cuello, con unos efectos de maquillaje bastante guay hechos. Con el mismo cuchillo le arranca la cabellera, con unos efectos de maquillaje bastante menos guay hechos que un minuto antes.

El Elvis rubio está desaparecido, y quien está poseída ahora es la rubia «mosquita muerta» porque el Elvis le ha dado una piedra.

El barbas que prefiere clasificar piedras a follar con una de las rubias se va en busca de un camión que habían visto durante el camino, porque el coche está estropeado, así que se quedan solos las 2 rubias con Art Garfunkel.

Mientras el barbas corre a cámara lenta a buscar ese camión, al director se le ocurre añadirle música de arcade videojuego chungo con unas notas arpegiadas disonantes muy raras.

Llega al camión, sin mayor problema. Se mete debajo y no encuentra lo que busca, así que se monta en la parte trasera y se pone a beber… con funesto resultado.

Scalps (1983) - IMDb

Un indio chungo le sale por detrás y le revienta el coco, para dar paso al mejor prop que han podido conseguir en producción para la película.

Scalps (1983)

Nadie se va a dar cuenta de que era de día y ahora parece de noche, que se ha momificado en 2 segundos, que cayó sobre el suelo y ahora es una roca, que no había animales y ahora hay una rata muy maja, y que cayó con una camiseta blanca y ahora es una camisa rosa.

Volvemos al campamento

La rubia buenorra está preocupada, Art Garfunkel le dice que esté tranquila y la rubia mosquita muerta dice que el barbas la palmó.

Un indio chungo le dispara una flecha a la buenorra, que había salido de la tienda de campaña por una voz que se lo dijo. Le vuelve a disparar otra y otra flecha, pero no pasa nada, la rubia es de hierro y sigue corriendo como si no hubiera pasado nada, con 3 flechas gordas como sombrillsa de playa clavadas en la espalda. Jódete Boromir!

Una cuarta flecha a la pierna es lo único que la detiene. El indio chungo se le acerca con funesto resultado.

Aquí no tenemos escena gore de corte de cabellera, cuello ni nada, pero rápidamente da paso a Art Garfunkel que había salido de su tienda y tiene un enfrentamiento con el indio chungo. Consigue arrearle en la cabeza con su propio mazo y, aparentemente, acabar con él. Muy rápido, nula tensión. Sin efectos de ningún tipo.

El indio no estaba muerto, vuelve a por más, Art Garfunkel le pega dos tiros en el pecho con la escopeta que habían llevado a la excursión, y sigue volviendo a por más. Un tiro en la frente es lo que, aparentemente, acaba con él. Al darle la vuelta al cuerpo, vemos que se ha convertido en el Elvis rubio (muerto).

Y ahora viene un momento cutre y uno curioso.

  • El cutre: la rubia mosquita muerta es la que ahora está poseída y le corta la cabeza a Garfunkel. Era obvio que sólo iba a quedar uno con vida, había un 50% de probabilidades de acierto.
  • El curioso: la escena de corte de cabeza de Garfunkel es la que da inicio a la película tras el salto del indio. Al inicio parece que era el propio indio quien lo hacía, pero ahora descubrimos que no era así.

Vuelve a ser de día en Villa chunga, y entra en escena, otra vez, Superman el profesor de universidad, obviamente vestido de explorador. Asoma la cabeza al interior de una de las tiendas de campaña y tenemos que entender que le clavan una flecha en un ojo, porque sólo vemos que la agarra con la mano cerca de su cara lamentándose como si hubiera perdido su equipo de fútbol.

Nada, que llega y se muere. Ahora la rubia mosquita muerta ya está como quería, sola y poseída, y con cara de Dave Mustaine, pero ahora tiene una furgoneta tope chula para volver a casa.

Imagen de Scalps, 1983

Y para finalizar, un chiste del director en los créditos finales: Next summer watch for Scalps II: The return of DJ… nunca ocurrió, por suerte. Un poco sobrado iba el director.

Os dejo el tráiler de Scalps para que lo sufráis un poco

Disponible en Prime Video…

La casa de las sombras del pasado (1983) – los más grandes

Cartel de La casa de las sombras del pasado

La casa de las sombras del pasado no es una gran película. Empieza bien, sí, pero se va estancando un poco hasta casi el final, que es muy discutible por su resolución, pero el sólo hecho de poder ver juntos a Vincent Price, Christopher Lee, Peter Cushing merece la pena y pasas por alto las fallas que tiene la película.

El escritor Kenneth Magee se apuesta 20.000 dólares con su editor a que es capaz de escribir una novela de terror en 48 horas y para ello se traslada a una vieja mansión en Gales. Pero sus esfuerzos se ven interrumpidos por la llegada de varias personas a la casa. Resulta que son todos miembros de la familia Grisbane, propietarios de la mansión. Kenneth se entera de que hace cuarenta años un miembro de la familia, Roderick, fue encerrado en el ático y tratado como un animal después de que violara y matara a una mujer. Pero cuando abren el ático, se encuentran con que Roderick ha escapado.

Sinopsis de La casa de la sombras del pasado
Fotografía de La casa de las sombras del pasado que muestra a Christopher Lee, John Carradine, Peter Cushing y Vincent Price
Por la izquierda, Christopher Lee, John Carradine, Peter Cushing y Vincent Price

Sí, La casa de las sombras del pasado está llena de errores dirección, iluminación, fotografía… La dirección de Peter Walker dista mucho de las producciones de la Hammer Films. Obviamente, aquí estamos delante de una producción de la fábrica de salchichas que era Cannon Group, en ese año llevada por Menahem Golan y Yoram Globus, que serían como los Asylum de la época.

Peter Walker intenta recrear ese terror gótico que tanto nos gusta, pero de una manera poco efectiva. No hay tensión alguna hasta que entra Vincent Price en escena, y con unos pequeños trucos de iluminación, sonido y un contrapicado, obtenemos algo de lo que veníamos a buscar.

No es hasta que están los 3 en la casa que empieza la película. Una mansión enorme y antigua, secretos de familia, rencillas familiares y un escritor que ni pincha ni corta y que sólo había ido allí a escribir una novela.

Siempre que se habla de esta película se menciona a Price, Lee y Cushing, olvidando la mayoría de las veces de hablar de John Carradine, quien tuvo muchos papeles en el terror, y de hecho, fue el Conde Drácula en House of Frankenstein (1944) y House of Dracula (1945), además de haber protagonizado y aparecido en multitud de películas de terror.

La casa de las sombras del pasado hay que verla, sí o sí, pero en versión original, por favor. No sólo por las voces de los 3 grandes, sino por la traducción. El traductor debe pensar que tenemos cromosomas de más y que no sabemos diferenciar Gales (versión original) de Escocia (versión doblada). Debe pensar que cuando el escritor pone título a la novela que va a comenzar a escribir como «Midnight Manor» y nos lo traduce por «Medianoche en manor» nos vamos a quedar complacidos.

Lo dicho, a verla el que no lo haya hecho. Os dejo el tráiler.

A partir de aquí con Spoilers

[spoiler]Lo único que puedo decir que no me gusta de La casa de las sombras del pasado, a nivel de guion es el final. El doble final. Primero nos la meten doblada con un supuesto montaje teatral por parte del editor del prota, y pasan rápido a hacerse un Resines en toda regla. Nada ha ocurrido, todo lo que hemos presenciado ha sido la recreación de lo que estaba escribiendo el prota en su novela.

No es que el final sea malo o esté muy visto (no estaba tan visto en 1983), sino que la antesala del mismo, la celebración con pinchos del montaje teatral termina muy pronto, pasan página muy rápido y queda un cambio muy brusco.

Es una chorrada, pero si tan sólo hubieran cuidado un poco más este tema, la película ganaría enteros.[/spoiler]

Los surfistas nazis deben morir (1987)

Después de que un terremoto destruya casi toda la población de la costa de los Estados Unidos, un grupo de Surfistas Nazis, liderados por un  muy originalmente llamado Adolph (y su novia se llama Eva… Dios, qué derroche de sapiencia…) quiere apoderarse de las playas de California. Pero los demás surfistas estarán ahí para plantarles cara a los Nazis y comenzar una guerra por la hegemonía de las playas.

Ese sería un resumen de esta grandiosa obra de arte de la factoría Troma, aunque eso seguro que ya os lo imaginabais… Sólo de las mentes que crearon al Vengador Tóxico podría salir tamaña idea.

Pues como bien indica la sinopsis, hay una batalla entre los Surfistas que defenderán las orillas de la invasión de los Surfistas Nazis. Por el medio hay una vieja que quiere vengarse del asesinato de su hijo… la verdad… no hay mucho más que decir sobre esta película…

Los Nazis tunean sus tablas con cuchillas, motosierras… se ponen garfios… hay un Adolph, una Eva, un Mengele… impresionante…

También hay clanes de Surfistas Chinacas con nunchakus, unos punkis… en fín, un montón de gente, un montón de peleas infumables… Una vieja en busca de venganza porque su hijo Leroy le dijo 3 cositas a Adolph y éste lo mató con su… garfio. ¬¬’

Finalmente ni chinos, ni punks ni nadie vencerá al Surf Reich de Adolph, sino la vieja vengativa, que termina reventándole la cabeza al pseudo-nazi.

Nada más… si la quieres ver… antes confirma ese deseo después del trailer:

Se hace difícil incluso si llevas 5 litros de Rioja encima… verdad?

PUTA OBRA MAESTRA!

«Zombeavers (Castores zombis)» (2014)… pues eso, castores-zombis

Zombeavers American Hustle

FICHA

TÍTULO ORIGINAL: Zombeavers
DIRECTOR: Jordan Rubin
GUIÓN: Al Kaplan, Jon Kaplan, Jordan Rubin
MÚSICA: Al Kaplan, Jon Kaplan
FOTOGRAFÍA: Jonathan Hall
REPARTO: Rachel Melvin, Cortney Palm, Lexi Atkins, Bill Burr, Hutch Dano, Jake Weary, Chad Anderson, Rex Linn, Brent Briscoe, Peter Gilroy
SINOPSIS: Tres chicas pretenden pasar un fin de semana de diversión y alcohol lejos de la civilización y de sus novios. Sin embargo, su plan de diversión se truncará al tropezarse con un grupo de castores zombis…

Esta es una crítica fácil. La película da exactamente lo que promete: adolescentes de hormonas revueltas + una cabaña en un lago + castores zombis. Y además lo hace bien. Simpática serie B de calidad XD

Poco más tras el salto… Seguir leyendo «Zombeavers (Castores zombis)» (2014)… pues eso, castores-zombis

«Tú eres el siguiente» (2011) – dando caña desde el minuto 3

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TÍTULO ORIGINAL You’re Next
AÑO 2011
NACIONALIDAD USA
DIRECTOR Adam Wingard
GUIÓN Simon Barrett
MÚSICA Mads Heldtberg
FOTOGRAFÍA Andrew Droz Palermo
REPARTO Sharni Vinson, Nicholas Tucci, Wendy Glenn, AJ Bowen, Joe Swanberg, Sarah Myers, Amy Seimetz, Rob Moran, Barbara Crampton, Ti West, Simon Barrett, LC Holt
SINOPSIS La familia Davison es atacada por un grupo de asesinos sádicos durante una escapada familiar. Atrincherados en la casa de vacaciones, hacen frente a los asaltantes. Los asesinos enmascarados no contaban con la presencia de Erin, la novia del hijo mayor de los Davison, cuyo misterioso pasado la ha hecho fuerte y muy difícil de matar.

Si no tenemos en cuenta el doblaje horrible al que nos someten durante los 90 minutos que dura la película, la disfrutaremos.  Seguir leyendo «Tú eres el siguiente» (2011) – dando caña desde el minuto 3

«Los ojos sin rostro» (1960) – terror à la nouvelle vague

Les yeux sans visage

TÍTULO ORIGINAL Les yeux sans visage
AÑO 1960
NACIONALIDAD Francia
DIRECTOR Georges Franju
GUIÓN Claude Sautet, Pierre Boileau, Thomas Narcejac (Novela: Jean Redon)
MÚSICA Maurice Jarre
FOTOGRAFÍA Eugen Schüfftan (B&W)
REPARTO Pierre Brasseur, Alida Valli, Juliette Maynel, Edith Scob, François Guérin, Alexandre Rignault, Béatrice Altariba
SINOPSIS En París, un brillante y desquiciado cirujano rapta chicas con el fin de utilizar su piel para reconstruir la belleza de su hija, destrozada por un trágico accidente del que él se siente culpable.

Sobre una base 100% Frankenstein, añadimos tintes de El fantasma de la ópera y algo de slasher y tenemos este peliculón… terror intimista en estado puro. Es curioso cómo con tan sólo una máscara sin facciones podemos expresar tanto; Georges Franju sabía lo que hacía… ocultando, mostramos más. No esperéis una súper peli de terror gore slasher a todo trapo, con miles de litros de sangre y acción a punta pala… no. Esto es un segundo plato de invierno, pesado, duro, pero satisfactorio, y que se disfruta mejor con un buen vino…

Continuamos tras el salto… Seguir leyendo «Los ojos sin rostro» (1960) – terror à la nouvelle vague