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Utopía (2013 vs 2020) – eterno dilema

Imagen promocional de Utopía

Hace unos días terminé la primera temporada de Utopía, el remake financiado por Amazon Prime de la serie homónima de 2013-2014 del Channel 4 británico. No sólo es primera sino única temporada, ya que, para mi enfado, fue cancelada en noviembre de 2020 y a día de hoy no hay visos de re-programación.

Qué sentido tiene hacer el remake de una serie cancelada tras dos temporadas, si tu remake no va a pasar de la primera?

Os preguntaréis por qué decidí empezar por el remake… no tengo mucha excusa, para ser sinceros. Digamos que mi proceso mental para darle al play en lugar de buscar la original fue algo como «esta ya está en Prime y no tengo que buscarla, y no me corre prisa alguna que no esté disponible la segunda temporada… ya se hará». Error.

Después te enteras de que la primera temporada de Utopía 2013 son 6 episodios, contra los 8 de la de 2020, y que cuentan lo mismo. Entonces, de dónde salen aprox la hora y media extra de la versión yanki? Pues de eso mismo, son yankis; o les das una trama en la que puedan hilar casi todo o no procesan. La versión 2013 es más cruda, sin rodeos y va directa al grano (como ejemplo, el episodio 1, por no entrar en spoilers… el episodio 1 de la de 2013 comienza en la segunda mitad del de la versión de 2020. Los del Channel 4 no se andan con preámbulos, presentaciones de personajes, tramas y subtramas… la primera en la frente con una tubería de hierro.

Llamemos original y remake a las versiones de Utopía, para ahorrarnos añadir los años al texto y enguarrarlo todo de forma innecesaria, aunque no va a ser durante mucho tiempo, porque con deciros que NO veáis la de 2020 es suficiente. Por qué ver un remake inconcluso cuando puedes ver el original completo? Bueno, completo a medias, porque la original fue cancelada tras 2 temporadas con un mensaje bastante contradictorio por parte de Channel4.

Utopia realmente define el canal: sorprendentemente original, impulsada por la extraordinaria voz de Dennis Kelly y traída a la vida en todo su esplendor tecnicolor a través del innegable estilo creativo y la visión de Marc Munden, el equipo de Kudos creó una serie que ha alcanzado el estatus de culto durante dos años. También tiene el honor de garantizar que el público nunca vuelva a mirar una cuchara de la misma manera. Siempre es doloroso decir adiós a los programas que amamos, pero es necesario para poder encargar un nuevo drama, muchos de los cuales se lanzarán en el canal a lo largo de 2015.

La serie es buenísima pero la quitamos

La de 2013 (que no fue hace tanto tiempo) está rodada con una calidad fotográfica cojonuda, con unos LUT’s o filtros que añaden un toque «distorsionado» en algunos puntos que pueden llegar a cargar un poco, pero con una muy buena calidad a fin de cuentas, por lo que no veo necesario una actualización de la serie a niveles técnicos, ni entiendo por qué motivo fue la propia productora del creador de la serie la que puso la pasta para hacer el remake.

Podemos resumir todo en lo dicho hace 2 párrafos: No veáis el remake de Utopía. Es más light, está más masticada y le falta el 90% de la personalidad de la original. Y además, está incompleta… bueno, más incompleta.

Inciso: sabes que la cría tiene 15 años y el crío 14? Sí, tal cual. Cómo te quedas?

Habéis llegado hasta aquí? Pues así como os digo que no veáis el remake, os invito a Sí ver la original. Aunque esté incompleta, es una seriaza como la copa de un pino, un thriller conspiranoico brutal y os dará que pensar bastante en los tiempos que corren. Ojo, pensad por vosotros mismos y nos dejéis llevar por lo que os cuenta vuestro cuñado; salvo que vuestro cuñado os haya recomendado este blog, entonces sí. Gracias cuñao!

Tráiler de la original

Tráiler del remake

Kalashnikov (2020) – simplemente correcta

Cartel de la película Kalashnikov, de 2020

Kalashnikov, lanzada al mercado internacional como AK-47, es una película biográfica del creador del fusil de asalto, de cómo y por qué llegó a él. Dirigida por Konstantin Buslov sobre guión de Sergei Gorbunov y demás comparsa. A pesar de lo que puedas presuponer, no se trata de una película bélica, sino de una biografía en entorno bélico.

Es una película muy justita en todos los aspectos, y por suerte para ella, el interpretativo no es uno de ellos, ahí sobresale por encima de la media. La cinta se sostiene sobre los hombros del protagonista, Mikhail Kalashnikov, interpretado por Yuriy Borisov, y a ratos por Katya, interpretada por Olga Lerman. El subargumento amoroso, aunque fiel a la realidad en esta película, no aporta absolutamente nada. Si a esto le sumamos que la química entre ambos actores no es la mejor, pues tienes una serie de escenas olvidables. Ojo, son buenos por separado, pero juntos baja la media; la pena es que están bastante juntos.

Kalashnikov comienza con un flashback en el que vemos al niño Mikhail apuntando maneras, creando una escopeta funcional, con trozos de chatarra de la granja en la que vive. Esta breve escena da un salto hasta mitad de la segunda guerra mundial, 1941, en la que vemos a Mikhail siendo testigo de cómo un superior muere tras encasquillarse «el arma más novedosa diseñada en la URSS». Al estudiar el mecanismo, descubre unos fallos estructurales y de diseño y se propone hacer una versión mejorada.

Mikhail Kalashnikov, el de verdad

A partir de ese momento, la película alterna la vida personal de Mikhail con Katya, delineante, y con los avances en las diferentes armas que va creando, hasta llegar al final de la película en 1949 con la creación y producción en masa del arma que creo que todos podemos dibujar en nuestra imaginación: el AK-47, más conocido por el apellido del creador, Kalashnikov.

La película se centra, como vemos en tan sólo 8 años de la vida del diseñador de armas, y no tiene en cuenta, y casi no relata, la infancia más allá del citado flashback, y nada posterior a «sus vacaciones» para ir a casa en 1947.

Durante toda la película, somos testigos del ensalzamiento de la cultura y movimiento soviético, y no vemos nada feo, turbio o fuera de lugar, al contrario, es todo un camino de rosas. Cuando Mikhail se presenta en un cuartel, fusil en mano, pidiendo a voces hablar con el Coronel Nosequé (o Comandante, o Capitán), en lugar de mandarlo a criar hongos al gulag, le da una palmadita en la espalda y le asignan más proyectos.

Blanqueamientos aparte, Kalashnikov es una película biográfica interesante y entretenida. Tener a la hija del diseñador entre los asesores, entiendo que aportará algo más de realidad, en cuanto a los aspectos personales del prota. Los 110 minutos que dura me pasaron bastante rápido, en parte gracias al ritmo de a película, que no se hace nada lento, como se pueda presuponer de una película rusa, y una biografía.

Recomendarla no, pero no te vas a arrepentir si le das al play.

El tráiler de Kalashnikov

Jiu jitsu (2020) – mamarrachos vs Predator

Cartel de Jiu Jitsu, de 2020

No es hasta la hora, pasada, que empecé a entender de qué va la película. La narración no es sólo confusa, sino ineficiente, e incluso una mancha para los currículums de los actores. Tony Jaa, esa promesa que iba a resurgir el cine de artes marciales, ahora se dedica a rodar a cambio de comer, y es una pena, porque se mueve de una manera magistral. Frank Grillo nunca fue un primera línea, pero cuando le toca, como en Boss Level, lo clava. Nicolas Cage, en fin… es Nicolas Cage.

Jake Barnes, un maestro de Jiu Jitsu, se niega a luchar contra Brax, una criatura alienígena que pone en peligro el futuro de la humanidad. Herido y sufriendo de amnesia, Jake es capturado por un equipo militar que no sabe cómo luchar contra la criatura.

Imagen de Jiu Jitsu, de 2020

Si la película fuera menos irregular, supiera gestionar la tensión de forma correcta, tuviera coreografías más curradas, la narración no fuera tan lenta y confusa (insisto, de 90 minutos no es hasta pasado el 60 que empiezas a ver hacia dónde va), o si el malo tuviera algún tipo de carisma (y no fuera un autómata, o auto-mata), igual podría pasar como serie B medio entretenida, pero no.

Evítala si puedes, y si no, procura tener a mano un copazo, o dos. Ni siquiera es una película válida para ver con los colegas, o para poner de fondo durante la charla y echarse unas risas, no. Es una película que hace sufrir sin aportar ninguna clase de beneficio neuronal.

Os dejo el tráiler de Jiu Jitsu

Por decir algo positivo

El modo de presentar las escenas, estilo viñetas de cómic no es nada nuevo, pero no le queda mal. Creo que tengo esa misma plantilla en el Final Cut.

Kronos: El fin de la humanidad (2017) – juegos de guerra sale mal

Cartel de Kronos, de 2017

Kronos: El fin de la humanidad podría verse como una secuela de Juegos de guerra (1983) de tapadillo, robando elementos de otras franquicias para que sólo los muy frikis (o no tanto) puedan ver relaciones. Uno de esos cambios no es la autodestrucción nuclear (algo a lo que ya apuntaba Juegos de guerra), sino el desarrollo de una IA, Skynet, para que nos masacre, cómo te quedas?

En 2020, Elias van Dorne (John Cusack), director de la compañía más grande del mundo de robótica, presenta su invención más importante: Kronos, un superordenador diseñado para terminar las guerras. Cuando Kronos se lanza online, rápidamente determina que la humanidad es la mayor amenaza del planeta y debe ser exterminada. 97 años después, un pequeño grupo de humanos liderados por dos jóvenes, Andrew (Julian Schaffner) y Calia (Jeannine Wacker), forman una alianza para construir un nuevo mundo.

Imagen de Jeannine Wacker en la película.
Hola, soy Jeannine Wacker, una mala copia de Katniss Everdeen, arco incluido y os voy a hacer sufrir durante el resto de la película.

Lo dicho, a John Cusack se le va la mano con la IA y el compilado le sale rana. Lo primero que hace esta IA, llamada Kronos, es lanzar petardos contra todos los edificios del planeta. Muy normal. 97 años después vivimos en la mierda y un grupo de chicos decide formar La Resistencia (ejm) para combatir a las máquinas (ejjjjm) en un entorno mal copiado de Los Juegos del Hambre.

Nada, Kronos: El fin de la humanidad es una película sólo apta para gente que tenga un deseo irrefrenable de perder el tiempo. No vale ni para entretenerte un rato, es una secuencia de 90 minutos de cosas a evitar cuando quieres hacer una película de ciencia ficción, desde el guión hasta las interpretaciones, pasando por la carente presencia de cualquier atisbo de dirección. Ni la aparición de Carmen Argenziano (DEP) te saca media sonrisa.

No es original, no está bien hecha, no tiene nada que enganche, la música está mal escogida. Kronos es un zurullo, y la hemos visto nosotros para que tú no tengas que hacerlo.

El tráiler de Kronos

Los surfistas nazis deben morir (1987)

Después de que un terremoto destruya casi toda la población de la costa de los Estados Unidos, un grupo de Surfistas Nazis, liderados por un  muy originalmente llamado Adolph (y su novia se llama Eva… Dios, qué derroche de sapiencia…) quiere apoderarse de las playas de California. Pero los demás surfistas estarán ahí para plantarles cara a los Nazis y comenzar una guerra por la hegemonía de las playas.

Ese sería un resumen de esta grandiosa obra de arte de la factoría Troma, aunque eso seguro que ya os lo imaginabais… Sólo de las mentes que crearon al Vengador Tóxico podría salir tamaña idea.

Pues como bien indica la sinopsis, hay una batalla entre los Surfistas que defenderán las orillas de la invasión de los Surfistas Nazis. Por el medio hay una vieja que quiere vengarse del asesinato de su hijo… la verdad… no hay mucho más que decir sobre esta película…

Los Nazis tunean sus tablas con cuchillas, motosierras… se ponen garfios… hay un Adolph, una Eva, un Mengele… impresionante…

También hay clanes de Surfistas Chinacas con nunchakus, unos punkis… en fín, un montón de gente, un montón de peleas infumables… Una vieja en busca de venganza porque su hijo Leroy le dijo 3 cositas a Adolph y éste lo mató con su… garfio. ¬¬’

Finalmente ni chinos, ni punks ni nadie vencerá al Surf Reich de Adolph, sino la vieja vengativa, que termina reventándole la cabeza al pseudo-nazi.

Nada más… si la quieres ver… antes confirma ese deseo después del trailer:

Se hace difícil incluso si llevas 5 litros de Rioja encima… verdad?

PUTA OBRA MAESTRA!

Rocketman (2019) – sobresaliente

Cartel de la película Rocketman

Muchos tacharon Rocketman como aprovechada, por salir relativamente poco tiempo después que Bohemian Rhapsody, y aunque a nivel de marketing sea algo cierto y probado, el resultado es muy superior. Rocketman caga por encima de Bohemian Rhapsody a muchos niveles.

Pero antes de justificar esta afirmación, hay que aclarar que, si ciertas cosas no hubieran ocurrido como ocurrieron, Bohemian Rhapsody saldría la ganadora en esta contienda.

Bohemian Rhapsody

Tenemos que explicar unos antecedentes antes de entrar a fondo con Rocketman, y es que Bryan Singer, director de la película, abandonó a mitad de rodaje, envuelto en una serie de denuncias por abuso de menores. El montaje final es un despropósito y esta escena es sólo una pequeña muestra de ello:

Conocéis el meme de Needs more cowbell? Pues esta escena Needs more cuts!

El problema es que el montador, después de hacer esta chapuza, ganó un Óscar por ello, cómo te quedas? La broma llegó a tal nivel que alguien decidió montar su discurso de recepción de la estatuilla utilizando la misma técnica que el montador utilizó en Bohemian Rhapsody.

Después de la huida con el rabo entre las piernas (no sabemos si suyas o de otro) de Singer, sabéis quién tomó los mandos de la película -e hizo lo que pudo-? Pues Dexter Fletcher. ¿Y quién es Dexter Fletcher? te preguntarás; pues es el director de Rocketman. De hecho, cuando estaba en preproducción para Rocketman, recibió una llamada de teléfono de Rami Malek:

Te necesitamos, joder. Necesitamos a alguien. Si vienes y te cagas en el set aún estarías haciéndolo mejor que el otro.

Hollywood Reporter
Imagen de Taron Egerton como Elton John en Rocketman
Taron Egerton es Elton John en Rocketman

Fue, y no sólo no se cagó en el set, sino que consiguió terminar una película que recaudó 900 millones de dólares y recibió bastantes premios y nominaciones.

Las películas son comparables en muchos aspectos, pero no en todos. Mientras que Bohemian Rhapsody es una biografía al uso, con momentos inmensos (como la recreación del Live Aid), Rocketman es un musical camuflado de biografía, o una biografía camuflada de musical, y sea como fuere, añade un ritmo (musical y escénico) que no tiene la otra.

¿Qué hay de verdad en una y en otra?

Pues esto no creo que lo sepamos nunca, lo que sí sabemos es lo que falta, sobretodo en la de Queen. La película la produce la propia banda, los amigos de Freddy Mercury, y como tal, se ven en la obligación de defender a su hermano, y prefieren no mostrar ciertos aspectos de su vida que pueden ser considerados de lesivos para con su imagen. Hemos visto fiestas, y algún exceso, pero no hemos visto montañas de cocaína y chaperos, como está documentado. Lo entiendo y lo respeto, es tu historia y la cuentas como quieres.

En el caso de Rocketman, el propio Elton John produce la película y asesora en todo lo que le concierne, y sólo por la cantidad de cocaína que vemos que se mete en escena, y la cantidad de vodka que traga para desayunar, ya sabemos que no puso muchos filtros respecto a esto. En cuanto a lo sexual tampoco se queda corto. Hay un par de escenas que harán que alguno termine con arcadas.

Si queréis ver un Realidad vs Ficción de la película, entrad a este enlace. No lo pongo aquí para no spoilear.

¿Y por qué es superior?

Pues para empezar, porque lo digo yo.

Para seguir, empezaré diciendo que me gusta más Queen que Elton John, así que no os toméis esta crítica como algo relacionado con lo musical, sino como algo estrictamente cinéfilo.

No soy muy fan de las películas biográficas, aunque no las rechazo de primeras. De hecho he visto hace poco Kalashnikov y no me ha disgustado en absoluto. Tampoco soy un megafan de los musicales, pero si son rockeros tampoco me producen rechazo (salvo que hablemos de Rock of ages).

La biografía está menos filtrada/censurada que en Bohemian Rhapsody, y eso suma puntos en cuanto a credibilidad. La dirección es sublime de inicio a fin, y te mete de lleno en la historia. El reparto es perfecto, y Taron Egerton está a unos niveles sobrenaturales. La única pega que le puedo poner es el maquillaje de vieja que le ponen a la madre, interpretada por Bryce Dallas Howard (Jurassic World), que es un poco del todo a cien.

Imagen de Rocketman y Bohemian Rhapsody

Y un punto no menos importante que todo lo anterior: Taron Egerton canta, no sólo hace lipsync (karaoke). Rami Malek ha demostrado en multitud de ocasiones ser un gran actor, y lo escogieron para el papel por su parecido facial, que podemos reducir a su mandíbula, pues ni eran de la misma estatura ni se asemejaban en absoluto. En Rocketman priorizaron más la puesta en escena, la caracterización del personaje y todo, por encima del parecido facial.

Pero vamos con Rocketman

Fotograma de la película Rocketman

La película arranca con un Elton John adulto, entrando a una reunión de alcohólicos anónimos, pertrechado con uno de sus estrafalarios disfraces de directo: una especie de diablo de corral, emplumado hasta los cuernos y unas ganas de corazoncitos que son muy… él. Comienza diciendo que es adicto a la coca, al alcohol, al sexo y a todo en general, para dar paso a contar su infancia.

Ahí conocemos al pequeño Reginald (nombre real de Elton John), que sufre una desafección paterna y materna brutales, pero por suerte tiene a su abuela (benditas abuelas) que lo apoya, lo anima y lo envalentona para hacer cosas. La madre hace poco por el chaval, pero al menos no le impide a él hacer.

Demuestra tener tan buen oído musical que la abuela y madre deciden ponerle un profesor particular. Esto da paso a una escena bastante simpática donde el chaval va a una audición en la escuela de música y deja a la profesora acojonada.

Adolescencia, montar una banda, conocer al que será su mejor amigo, amor platónico, y eterno letrista, Bernie Taupin. Con las primeras composiciones aceptadas en la discográfica se empieza a liar el tema, y llegamos a la espiral habitual de alcohol, drogas, malas compañías… y todo por no tener un amigo, o un manager que le supieran parar los pies. Y de esto trata, en líneas generales Rocketman, de la soledad.

No diré nada más que esto, porque no quiero spoilear innecesariamente, aunque al ser una película biográfica son datos al alcance de cualquiera.

Si te gusta Elton John, el rock, los musicales, los vestuarios estrafalarios y las buenas películas, Rocketman es necesaria. Y si no te gusta, mírala igual, porque tiene tanto atractivo y está tan bien hecha que sólo por eso merece un play. Es como ir a un museo, o al Partenon… sí, son un montón de piedras, pero maravillosas.

Os dejo el tráiler

No os perdáis los créditos!

No porque haya escena después, sino por la comparación de fotografías de la película con la realidad. Es muy simpática.

Imagen de Elton John y Taron Egerton
Genio y Figura

31 (2016) – y esto es todo

Cartel de 31, película de Rob Zombie

31 es un quiero y no puedo de Rob Zombie, un intento fallido de volver a hacer La casa de los 1000 cadáveres, pero sin el encanto que aportaba la frescura de la misma. Sí es cierto que en 31 la estética es muy importante, pero sólo es una pequeña parte positiva dentro de un gran despropósito.

Me equivoco?

Imagen de Richard Brake, en 31

Lo peor de la cinta es la falta de ritmo y novedad. Abusar de clichés dentro del género slasher es casi una norma, y no se suele tener en cuenta cuando aportamos algo más, pero 31 ¿aporta algo más? Yo creo que no. Sheri Moon Zombie vuelve a demostrar lo poco que sabe de interpretación y Rob Zombie demuestra lo mucho que la quiere al ponerla otra vez en el papel protagonista, como ya hiciera en Lords of Salem unos años antes.

Lo que podría verse como un guiño al cine que veía de pequeño, y del que tomaba referencias en sus anteriores películas, está tan caricaturizado que roza la parodia y el insulto. La labor fotográfica es brutal, pero rodar una mierda a 4K con el mejor director de fotografía, será rodar una mierda igual.

Imagen de Malcolm McDowell en 31
Sí, es Malcolm McDowell

Por suerte para algunos, Rob Zombie ha tenido a bien meter en el reparto a Malcolm McDowell, quien realiza un papel brillante e interpreta a un personaje bien escrito. También tenemos a otro habitual de Zombie, Richard Brake, a quien veríamos hace poco en 3 del infierno, y junto con McDowell nos regalan unos momentos increíbles dentro de lo que esperábamos sería algo peor.

31 resulta un pastiche circense, sucio y colorista, del que podemos sacar poca chicha, pero alguna sacaremos, y no la terminaremos de ver, al menos en mi caso, como una pérdida de tiempo. Un plato que no disgusta, pero del que tampoco quieres una repetición.

El final

[spoiler]La crítica está bastante polarizada en cuanto al final de 31. Unos opinan que mola dejar la muerte a imaginación del espectador, y otros, entre los que me encuentro, opinamos que después del festival de hemoglobina que hemos tenido durante toda la película, es un poco chorrada dejarlo inconcluso.[/spoiler]

Si lo has visto, ¿qué opinas?

Si quieres saber más de Rob Zombie, te invitamos a pasar por la página que le tenemos dedicada en el blog.

The Barge People (2019) – algo parvo debo ser

Cartel de The Barge People

A ver, dista años luz de distancia de la otra mierda película que vimos aquí hace poco, Tooth Fairy, pero The Barge People (Mutant River o Blutiger Alptraum en otros países) es mala con avaricia. Igual tenemos la pandemia que nos merecemos por la mierda que hicimos en 2019, a saber.

Dos hermanas y sus respectivos novios deciden pasar un fin de semana en una barcaza para desconectar de la sociedad. Bajo las aguas por las que navegan se encuentra un banco de peces mutantes que están desesperados por alimentarse con cualquier alimaña que encuentren en el agua… o fuera de ella. 

Michael Berryman no sale en esta película, pero su legado permanece.

La película comienza con una intro narrada, un poco ochentera y cutre, que nos da algo de trasfondo a la historia: un río/canal chungo donde hay muchas desapariciones. A esta intro la acompaña una música de sinte al más puro estilo slasher, que nos abre el apetito y nos hace pensar/soñar con un homenaje al género slasher. Esta narración da paso a la escena de una chica escondiéndose en una cueva, con más aspecto de alcantarilla, de un humanoide de cara rara, como un mutante, que la termina atacando. El aspecto del fulano me recuerda un poco al los bichoños del remake de Las colinas tienen ojos (2006), que eran una modificación prostética a la cara de Michael Berryman (a quien vimos hace poco en Los renegados del diablo, de Rob Zombie), antagonista de la original de 1977.

Por desgracia, los parecidos terminan ahí, y el resto de la película es bastante chustero. Los protas son de escuela de teatro, y el director y director de fotografía de segundo de cine. El guionista tampoco es un crack, pero al menos intenta desarrollar una progresión de eventos con cierta linealidad; lamentablemente esto es lo único que podemos destacar.

En esta ocasión el antagonista es una raza de hombres pez, que si nos golpeamos en la cabeza podemos pensar que están salidos de la maravillosa Dagon, o de una pesadilla lovecraftiana random. Estos humanoides secuestran gente para darse festines culinarios.

Os podéis imaginar el resto. Es más, es mejor que lo imaginéis, porque será mejor que lo que han rodado. The Barge People no llega a joya, pero al menos el maquillaje está medio bien hecho. No la recomiendo, pero si vas borracho y eres votante de VOX medio tonto igual la disfrutas.

Spider-Man: Un nuevo universo (2018)

Cartel de Spider-Man: Un nuevo universo

Spider-Man: Un nuevo universo es la última película de animación del hombre araña. Una pequeña obra de arte al ritmo de la ciudad de NY, con claqueteo de spray grafitero.

Ambientada en la línea de cómics de Spider-verse, nos presenta al nuevo Spider-Man, Miles Morales, un chaval del Bronx que, al igual que Peter Parker, sufre una mordedura de una araña radiactiva. Miles es súper fan del hombre araña, y en la búsqueda de respuestas sobre su nueva condición, descubre un laboratorio secreto donde Spider-Man y el Duende Verde están teniendo una pelea bastante tocha.

En esa pelea Spider-Man, Peter Parker, muere y Miles Morales hereda la obligación de terminar con la misión encomendada.

En el laboratorio Kingpin pone en marcha un acelerador de partículas tuneado para intentar traer a la vida a su mujer e hijo, muertos hace tiempo por culpa de Spider-Man (según Kingpin). La activación de este acelerador provoca que en «nuestro» Nueva York aparezcan otros Spider-Man’s de otros universos.

Fotograma de Spider-Man: Un nuevo universo
Spider-Ham (John Mulaney) Peter Parker (Jake Johnson), Spider-Gwen (Hailee Steinfeld), Spider-Man Noir (Nicolas Cage), y SP//DR.

Por un lado tenemos a Peter B. Parker, como Spider-Man. Una versión más en la línea habitual del hombre araña y con todos los arcos argumentales ya vividos. Está un poco hasta las pelotas del mundo y de sus poderes. Aún así, es un Spider-Man original y hará lo necesario para vencer al malo.

Por otro lado está Gwen Stacy, encarnando a Spider-Woman o Spider-Gwen. Viene de un universo en el que ella sufrió la mordedura y no Peter. Adentrándonos en la historia del personaje, en los cómics, su Peter Parker, acosado en el instituto, termina convirtiéndose en un lagarto gigante, y tras una pelea muere a manos de Gwen.

Spider-Man Noir, una versión detectivesca del personaje, en blanco y negro, venido de un universo donde no existe el color. Se maravilla con un cubo de Rubik. El personaje está ambientado en los años 30, salido de la línea Marvel Noir. En la versión original de la película la voz se la pone Nicolas Cage.

Spider-Ham, o Spider-Cerdo, alter ego de Peter Porker. Se mueve y habla con un dibujo animado, y tiene sus mismos recursos. Este personaje existe en Tierra-8311, que es un universo pohlado por parodias animales caricaturizadas de súper héroes y súper villanos de Marvel.

Peni Parker y SP//DR, una versión infantil anime. Una niña y su robot araña, construído por su padre y pilotado por una araña radiactiva con la que Peni comparte un vínculo mental.

Los 5, juntos, tendrán la misión de detener a Kingpin y revertir los efectos de su colisionador. El motivo no es sólo el obvio de detener al malo, sino que cuanto más tiempo transcurre, más se deteriora el estado de todos los que no están en su propio universo.

Fotograma de Spider-Man: Un nuevo universo

En el bando contrario tenemos a un Kingping enormemente monstruoso, tanto físicamente como intencional. No le importa reventar 5 universos con tal de tener lo que quiere. Evidentemente inspirado en el Kingpin de Bill Sienkiewicz. Un cuerpo enorme, una cabeza pequeña. Una maldad sin límites.

Acompañando al final boss tenemos a Duende Verde, que sólo vemos al principio peleando con el Spider-Man original (de este universo). Y más adelante, como comparsa tenemos al Escorpión, Tombstone y Olivia Octavius.

La historia funciona, y se ríe bastante de lo clichés del género superhéroe. Cómo te puedes reír de las películas que cuentan la génesis del personaje? Pues contándola 5 veces en la misma película para cada uno de los personajes.

Al final tenemos una historia normalita pero bien hecha en el que prevalece la máxima de Stan Lee, que se imprime al final, con la entrada de los créditos:

Aquella persona que ayuda a los demás porque debiera o debe ser hecho, y porque es lo correcto, es sin lugar a dudas, un verdadero superhéroe.

La animación de la película es fantástica, pero tengo que dividirla en 2 grupos: ambiente y persona.

La ciudad, los coches, árboles, la física… es de un realismo brutal. Por momentos dudé (dudo) si hay mezcla de elementos reales dentro de la animación, para crear esa fantasía de realidad. Me dejó gratamente sorprendido.

Ahora, con el movimiento de las personas, no lo termino de ver claro. Se mueven con menos fotogramas que el ambiente y provoca unos saltos que no me terminan de gustar. Cuando hay movimiento de acción no ocurre, pero en situaciones cotidianas sí. No sé. Lo que sé es que el añadido de tramado y color a las escenas de acción es pura fantasía. Es como ver un cómic en movimiento.

Sea como fuere, técnicamente, Spider-Man: Un nuevo universo es sobresaliente, la historia es simpática y está muy bien llevada. Da gusto ver cómo se consigue renovar un poco a un personaje que lleva viviendo refritos toda su existencia en la gran pantalla. En ZM siempre seremos más de ver nuevos personajes y héroes que un refrito de los mismo de siempre. Aquí tenemos una mezcla de ambas: un superhéroe de siempre que quiere demostrar que no lo es.

Os dejo el tráiler y mi recomendación para que veáis Spider-Man: Un nuevo universo. Está en Netflix ahora mismo.

El tráiler

Nostalgia

Stan Lee, fallecido a finales de 2018, dejó su voz presente en esta película, encarnando a un señor que tiene una tienda y vende un disfraz de Spider-Man a Miles Morales. Pero no sólo ahí, hay diversos cameos camuflados por toda la película.

Al final de los créditos, se dedica la película a la memoria de Stan Lee y Steve Dikto.

El meme hecho realidad

Al final de los créditos se hace una incursión en el episodio de la serie de animación de Spider-Man de 1967, que hoy tenemos como meme de referencia para según qué cosas.

Os dejo la escena original, para que comparéis cuando hayáis visto la película.

De paso, os aconsejo echarle un ojo al artículo que escribió mi camarada D.Ego, sobre «un Spider-Man negro».

The haunted world of El Superbeasto (2009) – frikada guapa

Cartel de The haunted world of El Superbeasto

Zombies, nazis, domingas, monstruos clásicos, psychokillers modernos, más domingas, slasher ochentero, muchísimo humor, una pizca de gore y un extra de domingas. Esta sería una buena manera de resumir The haunted world of El Superbeasto a alguien que te pregunte.

El film narra la retorcida historia de El Superbeasto, una especie de antiguo luchador enmascarado con fuerza sobrenatural, quien en estos momentos se dedica a la producción/dirección como estrella del Beastoworld Enterprise, pero que cuando puede pasa el tiempo luchando contra el mal junto a su Super-Sexy hermana, Suzi X.

Filmaffinity
Imagen de The haunted world of El Superbeasto

Cuando vi las películas de la trilogía Firefly de Rob Zombie, en muchos sitios mencionaron El Superbeasto como historia paralela. Nada más lejos de la realidad, no tiene absolutamente nada que ver, ni se suceden en el mismo universo (aunque haga una aparición el Captain Spaulding). Mientras que en las otras tenemos un mundo real, con unos asesinos con cierto carisma matando y evitando que los cojan, aquí tenemos un mundo de fantasía donde conviven monstruos, luchadores mexicanos, muchas bellezas y otras no tanto.

The haunted world of El Superbeasto es una ida de olla muy gorda de Rob Zombie. En su momento escribió un cómic, pero hacer la película denota alguna tara. No lo negaré, me lo pasé fenomenal viendo la película, y la volveré a ver, pero cuando esperas ver una peli de animación en la línea de la trilogía Firefly, y te encuentras con esto, evitar el esguince de cerebro se torna bastante complicado.

Gif animado de The haunted world of El Superbeasto

La película no deja de ser una gamberrada donde puede mostrar todo lo que quiere hacer y no le dejan, o no tiene presupuesto para hacerlo, en el cine «grande». Termina siendo amena, divertida, mono-neuronal (como sus personajes) y provoca un empacho de tetas importante.

Recomendable para echarte unas risas, sin duda, pero no esperes la firma de Rob Zombie; aquí más bien tenemos al hijo bastardo fruto de una orgía entre Russ Meyer, Ed Wood y Rob Zombie, un ser lleno de taras, terror y tetas.

El tráiler (light) de The haunted world of El Superbeasto