Fue en el año 2005 cuando una película llamada “Sin City: Ciudad del Pecado” me dejó sin habla y enganchado a la butaca del cine. 124 minutos que disfruté como un enano, mis ojos no daban crédito a lo que veían, aquella película tenía todo lo que yo buscaba acción, buenos diálogos, una historia interesante, y una puesta en escena novedosa…