Si, aquí está: el primer y único Bond que realizó Peter Hunt, el primero y último representado por George Lazenby, la primera y (por ahora) última vez que James Bond contrae matrimonio…yposiblemente la mas larga de las películas del agente 007: dos horas y veinte minutos de largometraje.
Comencemos destacando el fascinante prólogo, donde hace su entrada el nuevo Bond, observando directamente a la cámara y pronuncia un rotundo: “This never happened to the other fellow”(«Esto nunca pasó con el otro compañero»), haciendo una jocosa referencia al cambio de actores.
En esta ocasión, vemos a un Bond en sus carnes más dramáticas con un toque triste, poco desenvuelto y algo patético, pero también lo apreciamos como un galán más romántico que seductor voraz, ya que en esta película se enamora, se casa e incluso comparte la idea con Tracy de tener hijos (en concreto quieren seis). Lo más llamativo quizás para los seguidores es que no consigue conquistar a Tracy a la primera, mientras que su antecesor lo podría hacer con los ojos vendados.
La desagradable sorpresa de taquilla fue mayúscula, con un James Bond que parecía no respetar el espíritu de las cinco películas anteriores, por lo que los seguidores le hicieron dar un soberano batacazo y no tuvo ni de lejos la aceptación deseada, hasta el punto de tener que recurrir nuevamente a Sean Connery para la siguiente película.
En el transcurso de una misión para localizar al misterioso líder de SPECTRE, Blofeld, James Bond rescata del suicidio a la Condesa Tracy Di Vicenzo, para descubrir más tarde que se trata de la hija rebelde del líder más poderoso del crimen organizado europeo. Este le hace una proposición a Bond: si se casa con su alocada hija y consigue llevarla por el buen camino, utilizará los poderosos contactos de su organización para encontrar a Blofeld. Bond, por supuesto, rechaza de pleno casarse con Tracy, pero acepta salir con ella.
Haciéndose pasar por un representante del Colegio de Armas de Londres(su tapadera es que va a estudiar el árbol genealógico de Blofeld), Bond llega al Piz Gloria, restaurante giratorio situado en la cima del Schilthorn, cerca de Mürren en el Oberland bernés (Alpes suizos), en donde Blofeld tiene un enorme cuartel general.
Evidentemente, James es descubierto y capturado, quien le informa que pretende amenazar las Naciones Unidas para que paguen un rescate bajo la amenaza de guerra biológica. Blofeld ha repartido varias mujeres bonitas por todo el mundo, todas hipnotizadas para lanzar los gérmenes letales cuando reciban una orden. Bond, ayudada por la encantadora Tracy, realiza una impresionante huida, pero ella es capturada por Blofeld.
Bond, sin poder recurrir al MI6, se pone en contacto con Draco (recordemos, padre de Tracy y líder del crimen organizado europeo) y llevan a cabo un ataque masivo sobre el Piz Gloria durante el que consiguen liberar a Tracy y acabar con los malévolos planes de Blofeld. Tras una lucha-persecución trepidante en un Bobsley, Bond supone que ha acabado con su enemigo y propone matrimonio a Tracy.
Bond y Tracy se casan y se van de luna de miel mientras debaten cuantos niños van a tener (recordemos, seis), pero Blofeld y su «esbirra» Irma Bunt les adelantan y disparan con una ametralladora, matando a Tracy.
En este caso, Bond, en vez de perseguir a los malos, se queda con el corazón destrozado rodeando con sus brazos a la única mujer de la que ha estado realmente enamorado. (escena épica y romántica donde las haya)
Os ponemos la intro y la secuencia de créditos.
La música, de John Barry, es una obra maestra, pausada, melódica y envolvente, incluyendo temas de tensión («Sky Chase»), navideños, de lucha («Battle At Piz Gloria»), contando con una versión instrumental para los títulos y escribiendo la bellísima y deliciosa balada romántica que simboliza la unión de James Bond y Tracy, “We have all the time in the world” interpretada por un inspirado Louis Armstrong, soberbio.
Ya conocéis mi vena romántica (llevada con mucha honra), así que no puedo dejar de poneros el clip de la película con las escenas del noviazgo…
Fuentes: Archivo 007, Wikipedia, Filmaffinity y SensaCine
coincido, pienso que si Connery la hubiese hecho no tendría tan malas críticas…
Hola.
Acaban de dar esta película por la televisión. Hacía añares que no la veía. George Lazenby no lo hizo nada mal, en realidad. Salvo que no lo ayudaba ni la cara (no sé cómo lo eligieron…), ni la historia, ni nada…
No hay gadgets, la chica Bond era una actriz demasiado asociada a otro personaje (Diana Rigg, la Sra. Peel de «Los Vengadores»), Bond se enamora y se casa. Mal momento para introducir tantas noveedades, teniendo un actor nuevo personificando a 007. Si hubo alguna película en la que Sean Connery era imprescindible, fue ésta..
Bond ya se había casado 2 años antes en «Sólo se vive dos veces». Fue un matrimonio «falso» para el cumplimiento de una misión, pero fue un matrimonio.