Atentos a la premisa: Una criatura con aspecto de pulpo amarillo destruye el 70% de la Luna dejándola en permanente fase de cuarto creciente. Este ser es resistente al armamento convencional, tiene unos reflejos sobrehumanos y es capaz de desplazarse a una velocidad de Mach 20, entre otras habilidades. Ante la amenaza de destruir el planeta, el gobierno accede a su demanda de convertirse en profesor de la clase 3-E del instituto Kunugigaoka, cuyos alumnos serán los únicos a los que les permitirá intentar asesinarlo (usando armas hechas de un material especial que sólo afecta a la criatura, pero no a los humanos) sin tomar represalias; si al final del curso no lo consiguen, llevará a cabo su amenaza. Para motivar a la clase, el gobierno promete una recompensa de 10 mil millones de yenes para el que mate al nuevo profesor.
Un pulpo para destruirlos a todos
Leyendo la sinopsis y después de ver el primer capítulo, uno podría esperar una comedia esquemática y repetitiva (al estilo del «Correcaminos», por ejemplo) en la que se sucederán los diversos planes de los alumnos para intentar matar a su profesor, al que bautizan como Koro-sensei (de Korosenai, imposible de matar, y sensei, maestro). Y, aunque hay un poco de eso, la serie sorprende a partir del segundo episodio dirigiéndose en una ruta algo diferente de lo previsible.
El instituto Kunugigaoka es un prestigioso centro de estudios con fama de licenciar a los estudiantes más brillantes. Su particular sistema para «motivar» al alumnado consiste en marginar a aquellos que no alcanzan las calificaciones requeridas o que resultan problemáticos en algun aspecto. Estos estudiantes son llevados a la Clase E (de «End»), a un pabellón en medio del monte, muy apartado del campus principal, y son objeto de burlas y desprecio por parte de sus compañeros «privilegiados», que se esforzarán en sus estudios para no caer en la clase de los marginados sin futuro.
El argumento de «Ansatsu Kyoshitsu», aparte de los intentos de asesinato, se enfoca de forma gradual a partir del segundo episodio hacia la peculiar relación que se establece entre los alumnos de la clase E y su particular profesorado (además de Koro-sensei se incorporan algunos agentes secretos y asesinos profesionales contratados por el gobierno: el trato que posibilita a los alumnos atentar contra el profesor sin temer represalías se aplica también al cuerpo docente).
Koro-sensei además de dar consejos sobre cómo matarle, enseña a los chicos a tener confianza en sí mismos y les ayuda a mejorar sus notas, para revelarse contra el destino de marginados impuesto por el director del instituto. Todo aderezado con diversos gags, algunos rozando el surrealismo y el absurdo, que arrancan ligeras sonrisas y alguna carcajada esporádica.
Un pulpo al que hay que asesinar
A lo largo de los 22 capítulos de la primera temporada tenemos pocas pistas sobre el origen de la criatura (apenas unos segundos de un breve flashback y algún comentario suelto), y no queda muy claro por qué hace lo que hace o cuáles son sus verdaderas intenciones ni por qué ese aparente interés por el alumnado de la Clase E. Los personajes son bastante carismáticos y, aunque cumplen ciertos estereotipos mil veces vistos en animes, su personalidad y desarrollo resultan bastante originales, al tirar más hacia un aspecto realista que a una caricatura exagerada.
Los episodios son medianamente autoconclusivos, con excepción de los episodios 7 y 8, que cuentan una excursión a Kyoto y ya habían sido adaptados en forma de OVA en 2013, y los seis últimos episodios, que cuentan el viaje de fin de semestre y son los más dinámicos de la serie.
La historia está basada en un manga, donde parece que se da más desarrollo a los diferentes personajes. También cuenta con una película de imagen real que me llama poderosamente la atención 😄
Este año ha empezado la segunda temporada, donde veremos el segundo semestre de la Clase E y, presumiblemente, el final de la historia y la resolución de todos los misterios.