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Frozen: El reino del hielo (2013) – no, por aquí no paso

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«No, por aquí no paso» es lo que siempre me dije cuando veía trailers y promos de Frozen. Demasiada ñoñería, demasiadas canciones.

Al final cedí, y la vi. Mal hecho, porque hay demasiada ñoñería y demasiadas canciones.

Y no puedo decir mucho más, la historia de Frozen es una especie de Bella Durmiente con maldición y beso para desencantarlo todo. Pero con muchas canciones aburridas de radiofórmula que sólo sirven para rallar a los padres, lavarles el cerebro a los niños y que los primeros compren la BSO a los segundos para seguir con el lavado cerebral en casa en una especie de ciempiés humano de márketing.

Lo único que me gustó de verdad de Frozen fue el muñeco de nieve, Olaf. Me reí bastante con él, pero nada extraordinario. El típico secundario cómico que suelta chascarrillos y provoca escenas de risa floja.

A nivel de ‘efectos’ de animación Frozen es espectacular, pero sobretodo con las texturas de hielo del castillo en la montaña que Elsa se saca de la manga.

Me apena bastante que a nivel comercial sólo Elsa saque beneficio, cuando la verdadera protagonista de la historia es la hermana, Anna, que es quien las pasa putas para salvar el reino, pero claro… no canta el tema principal, ni es la reina, ni tiene el pelo platino y los ojos azules, ni vestidito de princesa. En fin… hasta Disney echa piedras sobre su propio tejado.  Bien podrían haber hecho una «tía normal» (aunque princesa) para que las crías tuvieran un «modelo normal» a seguir, pero no, toma Barbie Superstar.

Lo que me recuerda un episodio vivido en un Carreful, con una madre y una niña en carnavales, donde la hija quería el vestidito de Elsa y sólo quedaba el de Anna, entre los disfraces «hechos»… y la frase de la niña, entre gritos y lloros: «No, mamá! Nadie quiere ser Anna!»

De aquella no lo entendía, porque no había visto la película ni conocía a los personajes. Ahora sí lo entiendo. La niña era gilipollas.

En fin, que no veáis Frozen, aburre hasta la saciedad por las puñeteras canciones cada 2 minutos.

Polémica?

Hay una absurda polémica sobre la sexualidad de Elsa, y el futuro de la misma (la sexualidad). Y es que Elsa no da muestras de interés sobre hombres o mujeres (ni tiene porqué darlas), así que X sector de la sociedad ha lanzado una campaña para que Elsa sea la primera princesa Disney lesbiana.

Si esto os parece absurdo, más lo es la contracampaña de Y sector de la sociedad más ultra-catolizada, que piden que no se haga caso a la campaña anterior.

A mí personalmente me parece más triste que se lleve los méritos Elsa, que no es la prota de la película a saber si prefiere carne o pescado, que es algo que no aporta absolutamente nada a la historia.

Si la quieren hacer lesbiana, enhorabuena. Si la quieren hacer hetero, enhorabuena. Siempre y cuando eso marque o defina la historia y aporte algo a la misma. Si no, hablar de eso es absurdo.

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