Sin identidad es un remake de tapadillo de El sexto día (2000), pero sin la gracia cutre-chic de Schwarzenegger. Intepretada por Liam Neeson, no hace falta hacer un ejercicio imaginativo demasiado grande como para saber qué te vas a encontrar.
Continúo tras el salto.
Mientras se encuentra con su mujer de visita en Berlín, el doctor Martin Harris sufre un accidente de tráfico y entra en estado de coma. Cuando despierta, comprueba que alguien ha usurpado su personalidad y emprende una frenética investigación.
Sin identidad no es demasiado original, comparando con El sexto día, pero oye… no le vamos a pedir originalidad a Jaume Collet-Serra, que ha dirigido 14 películas, y 4 son con Liam Neeson a la cabeza. Aún con todo, la película consigue enganchar. Collet-Serra no será original, pero sabe dirigir una thriller de acción.
La película transcurre todo el rato con Liam Neeson intentando descubrir por qué querría su mujer ignorarlo y suplantarlo por otro fulano, cuando él es un simple botánico o alguna mierda así. Para ello se busca la ayuda de una taxista bosnia y un ex-nazi. En el camino revienta 3 taxis, un montón de mobiliario urbano, cuarto hospital, medio hotel y tal… un simple botánico.
Como buen thriller, tiene sus giros y nada es lo que parece. Aquí ya no entro más, para no reventar a nadie más de la cuenta. Pero, oh! Mierda! ahora ya sabes que hay un giro… por lo menos, pero ya te lo esperabas, verdad?
Sin identidad está bien para pasar el rato. Y si hay cosas que te suenan a muy vistas, tienes razón, lo están… intenta ignorarlo y disfrutar. Siempre mola ver a Liam Neeson romper narices.