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P-51 Dragon Fighter (2014) – imposible no verla

Cartel de P-51 Dragon Fighter

Leyendo una sinopsis como la que tiene P-51 Dragon Fighter, resulta materialmente imposible no darle al play. Olvidad el 2,3/10 en Filmaffinity o el 2,8/10 en IMDB, no tienen ni p*ta idea. Una película con esta sinopsis tiene un 8 ya nada más empezar. Si además has visto el tremendo cartel que está aquí arriba, alucinas pepinillos.

África del Norte, 1943. Las fuerzas alemanas al mando de Rommel se enfrentan a los Aliados. Sin embargo, los alemanes utilizan unas criaturas revividas en laboratorios nazis. Se trata de dragones controlados por brujas arias conectadas psíquicamente con ellos. Enfrentadas a estos oponentes que escupen fuego, las fuerzas Aliadas están perdiendo terreno rápidamente y amenazan con ser destruidas. Sólo un grupo de los mejores pilotos de combate puede detenerlos: el P-51 Dragon Fighter.

Empieza la película con un necesario cámara en mano de esos que tanto me gustan y que aportan muchísimo dinamismo a una escena de un señor escribiendo en una mesa, dentro de una tienda de campaña al que le llega la noticia de que «lo han encontrado, es enorme» y abre las manos unos 20cm.

Estos 2 actores derrochan inexperiencia, lo que aporta mucha naturalidad a la escena y esto es algo muy necesario cuando estás rodando una película de nazis y dragones controlados por brujas arias.

En fin, que ya véis de qué palo es P-51 Dragon Fighter… película cutre con malos actores y una producción patética.

Las escenas de dragones son de beta de videojuego de Play Station 1 y los decorados arrasados son maquetas de cartón bastante poco trabajadas. Aquí supongo que el creador de dichas maquetas dijo/pensó algo del tipo: «bah, si lo van a quemar no me lo curro».

Diálogos largos y sin sustancia, personajes que no llaman en absoluto, uniformes con poco rigor histórico (que tampoco es que los dragones sean muy rigurosos, pero oye). La escena de presentación de personajes es tan inútilmente larga que es un momento cojonudo para ir al baño o a por una caja de cervezas.

Lo único interesante es alguna de las brujas arias, if you know what I mean, pero no da ni para limpiar la pestaña un par de segundos.

La escena de presentación de los dragones a Rommel está muy desaprovechada, y realmente podría ser algo interesante, porque los dragones en es momento se ven bastante bien y resultan imponentes por momentos. Poco dura.

El 95% del presupuesto se lo gastaron en el diseñador del cartel, y el 5% restante en pagarle a un escritor para hacerles la sinopsis. Los actores fueron convencidos de cobrar cuando la película diera beneficios… Je je.

P-51 Dragon Fighter es la típica película que nadie pensaría ver en la tele, hasta que te la ponen un día en prime time en La Sexta después de una de las recientes de Steven Seagal, pa’ rematar la faena.

No puedo darle la categoría de «Joya» porque se la han tomado demasiado en serio y no es para hacerlo. Por contra, si se la hubieran tomado a cachondeo, igual conseguían hacer algo visible, entretenido o «para las risas» y poder así verla con los colegas una tarde/noche de risas en casa. Pero tal como está, ni un adicto al crack tendría el menor interés por la peli.

Tráiler de P-51 Dragon Fighter

Disponible en Prime Video… por desgracia.

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