Sinopsis de «Los hijos de Hitler»
En el Berlín de 1933 hay dos escuelas una al lado de otra. Una es una escuela americana donde enseña el profesor Nichols y estudia Anna Muller; la otra es una escuela de las juventudes hitlerianas, donde Karl Bruner es adiestrado junto a otros muchachos.
Amor y desamor en tiempos de guerra
Los hijos de Hitler es una especie de curiosa y retorcida versión de «Romeo y Julieta» utilizada como propaganda anti-nazi y como defensa de la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. Esta basada en el libro «Education For Death» de Gregor Ziemer, que también inspiró un corto propagandístico de Walt Disney.
Karl Bruner es un alemán nacido en Estados Unidos, pero siente en la sangre los colores de la patria inducido por la ideología del tito Adolf. Anna Miller/Muller es una estadounidense nacida en Alemania; sus padres emigraron a EEU pero, por algún motivo extraño, quieren que su hija aprenda a amar su país de origen, así que la internan en un colegio americano, situado al ladito del centro donde adoctrinan a Karl y a sus compañeros. Anna se pasa los recreos bateando las cabezas de los chavales germanos, especialmente la de Karl, lo que hace que empiecen una fascinante relación en la que se van de picnic con el profesor yanqui y tienen debates sobre la libertad y la superioridad aria.
Las circunstancias, separan al trío y se vuelven a encontrar a principios de los años 40, con Karl teniendo una carrera militar en ascenso y Anna, que se ha convertido en profesora de su antiguo colegio, siendo detenida por la Gestapo para entrar en el programa de gestación y cría de nuevos alemanes superiores.
Aunque el guión es sumamente infantil e inocente en algunos momentos, la parte de denuncia de algunos elementos del programa nazi, que están basados en reportajes y documentales de la época, se demostró después de la guerra que se quedaron bastante cortos.