«Viaje al Oeste» tiene el dudoso honor de ser uno de esos pocos libros que he empezado a leer en varias ocasiones y que no he sido capaz de terminar (los otros son «El Silmarillion» y «La Divina Comedia»). Con esta adaptación a cargo de Stephen Chow me ha pasado algo parecido; la peli empieza muy bien pero desciende en picado hasta el sopor absoluto.

Continúo tras el salto…

«Viaje al Oeste» (el libro) cuenta en tono de fantasía épica el viaje real del monje Xuan Zang a la India en busca de unos sutras sagrados, acompañado por tres inmortales que buscan redención por sus faltas. Uno de estos inmortales es Sun Wukong, el Rey Mono, que es protagonista de los primeros capítulos del libro, donde conocemos cómo consigue sus poderes y sus fantásticas armas, y cómo se cuela en el panteón divino a base de pura jeta e irreverencia, hasta que finalmente es encerrado en una montaña por Buda. El personaje de Sun Wukong y parte de su historia ha sido usado en varias adaptaciones y ha sido inspiración de muchas otras.

«Journey to the West», de Stephen Chow y Derek Kwok, se centra en la parte inicial de las aventuras del monje Xuan Zang y sus andanzas persiguiendo demonios usando como arma un libro de canciones infantiles… tal cual. Lo más disfrutable de la peli son sus primeros minutos, un peculiar homenaje al «Tiburón» de Spielberg, pasado por el personal filtro de Chow, con personajes grotescos, artes marciales, comedia desenfrenada y ritmo trepidante, y cambiando al escualo por un demonio acuático. A partir de ahí, la narración avanza según los términos de una comedia romántica centrada en la rivalidad y la tensión sexual no resuelta entre el monje y una cazadora de demonios. La parte final de la peli lleva al monje a liberar a Sun Wukong de la montaña buscando su ayuda, lo que les lleva a iniciar su viaje a la India.

En conjunto la película es bastante irregular. Como ya he dicho, el comienzo es prometedor y muy molón; después se dispersa sin que quede muy claro qué nos está contando, quién es el protagonista o hacia dónde va la narración; recupera el rumbo y el interés del espectador en cuanto aparece el Rey Mono y sus triquiñuelas para ser liberado de la montaña, pero es justo cuando parece que la historia empieza a despegar cuando se termina la película.

Recomendada si eres de los que empieza a hacer algo y no lo termina ;D