Icono del sitio Zinemaníacos

El último mercenario (2021) – vuelve Van Damme

Póster de El último mercenario

No es que el bueno de Jean-Claude se hubiera ido, pero El último mercenario es su trabajo más «visible» de los últimos años y posiblemente lo más destacado desde la autoparodia JCVD.

Cuando descubre que su hijo ha sido falsamente acusado de tráfico de drogas y armas, un misterioso ex-agente secreto (Van Damme) decide regresar a casa para ayudarle, enfrentándose a un burócrata (Alban Ivanov) y desmantelando una operación de la mafia.

El héroe de acción de los 80 y 90 protagoniza esta comedia de acción francesa, un género llevado a su máxima expresión por Luc Besson, dónde reparte chistes y patadas por igual.

Van Damme ya demostró saber reírse de sí mismo en la serie de Amazon Video Jean-Claude Van Johnson, de la que parece haber cogido el gusto por disfrazarse y hacer un poco el tonto. Hay que vestirse de mujer, pues se hace, que hay que parodiar el mítico baile de Kickboxer, pues vamos a ello (es un detallazo esto por cierto, imposible no reírse), da la impresión de que Juan Claudio se lo ha pasado bien y eso se nota en el filme.

Un ex militar de las fuerzas especiales francesas debe volver a la acción para salvar a su hijo (que desconoce quien es su padre) involucrado sin desearlo en una conspiración gubernamental. Listo, no soltaré ningún spoiler, no tiene sentido alguno.

Huele aquí!

El último mercenario es un producto sin pretensiones, con un resultado discreto, pero esperado, con varios géneros convergiendo en la figura del protagonista, con su toque de las películas de acción de los 80/90, aliñado con humor francés (sin pasarse demasiado, por suerte para mi gusto), alguna escena vertiginosa de las que le gustarían a Besson y que no se complica ni en la trama, ni en la ejecución.

Tiran del mítico recurso de padre ausente para darle más profundidad a la película, sin conseguirlo mucho. Añaden un par de humoristas como «ayudantes», que no logran acabar de convencer y en el hijo, que es todo lo contrario a su padre, encontramos ese punto de sobreactuación francesa (que tan poco me gusta). Aunque al igual que en las peores situaciones Van Damme te salva con una patada, aquí además salva esas escenas más chorras para sorpresa (o no tanto) de muchos. Por supuesto, no falta la clásica, mítica y famosa apertura de piernas.

El último mercenario se disfruta, entretiene y te saca varias carcajadas gracias a un fantástico JCVD, muy recomendable sobre todo si eres fan del mismo o de las películas de acción. Os dejo el tráiler de El último mercenario y seguro que os entran ganas de verla:

Salir de la versión móvil