Aeropuerto en llamas, o Ekipazh La tripulación, como la conocí en su momento por un buen amigo, funciona muy bien. Es una historia bastante sencilla (con su remake de 2016), pero no por ello predecible o aburrida, ni mucho menos. Cine de catástrofes típico de los años 70, pero a la rusa.
Continúo tras el salto.
En la segunda parte tenemos «la historia en si», donde tienen que intentar sacar de un aeropuerto de una ciudad derruida por un terremoto a un montón de gente, pero otro terremoto les pone las cosas complicadas y hace que despegar sea poco menos que un sueño irrealizable.
Sueño irrealizable? No para el piloto, que se ve que ha tenido muchas experiencias similares y ha visto mucha ciencia ficción, como para saber que, al estar el aeropuerto situado en una montaña, podrían aprovechar la cuesta abajo para hacer despegar al avión, sin necesidad de una pista de despegue completa. Mejor lanzarse al vacío y ya desde ahí ya vemos cómo hacemos.
No, lo que leéis aquí arriba no es broma, pero los disparates no terminan ahí, ni las escenas ridículas. Un par de voluntarios salen a reparar los daños del avión (en marcha). Vuelven hechos una mierda y congelados, pero para calmar la situación el capitán los invita a tomar un café. De tranquis.
Poco más ocurre. Llegan a Moscú, los frenos no funcionan, avión en llamas y se salvan todos.
El momento más inverosimil es quizás el protagonizado por el súpercalmado-siempretranqui capitán del avión. Le prohiben pilotar de nuevo por problemas cardíacos y monta un pifostio del copón.
Ekipazk es una pelícuila de catástrofes típica, pero muy disfrutable. Mucho. La cantidad de tonterías que vemos no es inferior a las yankis como en 2012 o San Andreas.
En resumen, que veáis Ekipazh, porque mola mucho y os echáis unas buenas risas.
Esto más que un tráiler son fragmentos que no aportan nada, pero es complicado encontrar algo decente.