Galiardo fue incinerado anoche en la más estricta intimidad, y tanto la Casa Real como el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, mostraron su apoyo a la familia enviando mensajes de condolencia.
El actor, que intervino en largometrajes como «El disputado voto del señor Cayo» (1986), de Antonio Giménez Rico; «Pasodoble» (1987), de José Luis García Sánchez; «Soldadito español» (1988), de nuevo con Giménez Rico; «Todos a la cárcel», de Luis García Berlanga; «Familia», de Fernando León, con la que obtuvo la «Garza de oro» del Festival de Cine Hispano de Miami, y «Pajarico» y «Tango», ambas de Carlos Saura, entre otras, era un intérprete de larga trayectoria que compatibilizó el cine con el teatro y la televisión. Se da la circunstancia de que ayer fue día de rodaje para la serie de Antena 3 «Gran hotel», en la que interpretaba un papel que su repentina muerte deja ahora en el aire.
Juan Echanove se refirió ayer a Galiardo como un «actor felino» de un «talento enorme» y una gran «fuerza de la naturaleza». Estaba hecho para «vivir al límite» y dotado de una «pasión desbordante».
«No dejaba indiferente a nadie. Consiguió borrar las huellas de lo malo y meterlas en las huellas de lo bueno. Tengo de él recuerdos imborrables. Era un ejemplo de entereza y de privacidad», aseguró el actor, que añadió que vivía la vida con intensidad. Por su parte, Imanol Arias destacó su «enorme vitalidad», su «cariño por la vida» y el hecho de que se «extralimitaba en todo lo bueno y era tacaño con lo malo».
Tanto Echanove como Arias fueron compañeros de Galiardo, entre otras, en la mítica serie de TVE «Turno de oficio».
vía FdV