Un terrible ciclón cambia de rumbo bruscamente y golpea el Caribe, tomando por sorpresa a un barco de pescadores, un pequeño avión de pasajeros y una barcaza de turistas. Naufragados y a la deriva, los supervivientes de los tres grupos se van reuniendo y deben hacer frente a la sed, el hambre, y a la insolación.
Rene Cardona Jr., director de Ciclón, fue responsable un año antes de Tintorera!, película muy recomendable que ya comenté en su momento, con la que se apuntó a aprovechar el tirón de la moda del Tiburón de Spielberg sin ser realmente una película de tiburones. Viendo posters y carteles promocionales, podemos pensar que intentó repetir la jugada, haciendo pensar que estamos ante una cinta de escualos cuando realmente se trata de otra cosa (The Asylum no ha inventado nada nuevo, pero antes se hacían mejor estas cosas).
Ciclón es una película de catástrofes y supervivencia. Hecha con pocos medios, con una narración firme y atrayente, a pesar de la escasa acción que hay, y con unas actuaciones justitas pero adecuadas para cada uno de los personajes. El grupo de supervivientes tiene que hacer frente a su mala situación, tomar duras decisiones relativas al reparto y racionado de sus escasos recursos y provisiones, y decidir qué hacer cuando se encuentre con otros supervivientes, en peores condiciones, con heridos y con menos provisiones que ellos mismos.
Hay tiburones, pero salen muy poco y en los momentos justos; es decir, no tenemos al típico depredador-acosador insistente que torpedea barcos hasta que los hunde o los vuelca y que acosa a los náufragos hasta que va pillando cacho poco a poco. El tiburón está a su bola, haciendo sus cosas de tiburón, y cuando ve una presa fácil (normalmente con una herida sangrante que lo atrae cosa mala) o un buffet libre de hamburguesas en remojo entonces ahí va a darlo todo, pero la comida en lata no, que es muy difícil de consumir y el esfuerzo no compensa la ganancia.
Nuevamente, los tiburones corresponden con grabaciones de criaturas reales, filmando los ataques con paquetes de ropa llenos de vísceras e higadillos, quedando un resultado bastante aparente, mil veces mejor que muchas recreaciones digitales de pelis actuales hechas con una app de la tablet.
Como nota curiosa, en el 76, René Cardona papi filmó Supervivientes de los Andes, relatando la tragedia del accidente aéreo de 1972 (¡Viven! es de 1993), con varios elementos en común con lo que podemos ver en Ciclón.
Al igual que de ¡Tintorera!, de Ciclón también se realizó una edición censurada con unos 20 minutos menos, suavizando la subtrama de canibalismo (y, supongo que también la ingesta de otras proteínas)… en esta ocasión no había tetas que ocultar. Si alguien sabe dónde localizar una copia íntegra que me comente algo.