Sinopsis de Anabel
Tras la marcha, en extrañas circunstancias, de Anabel, sus dos compañeras de piso deben buscar alguien más con quien compartir el alquiler. Lucio, el elegido, es un señor mayor que logra ganarse su confianza, pero que pronto empezará a enturbiar la buena relación entre las chicas.
Chicas blancas solteras buscan…
Anabel es una película «pequeña» en más de un sentido. Dura un poco más de una hora, su escenario se reduce a un apartamento y solo cuenta con tres personajes. También presenta una historia incompleta, con una introducción buena, un desarrollo interesante, pero sin desenlace en absoluto.
Personalmente, aborrezco en general este tipo de historias que se apoyan en la excusa de «dejar libertad a la imaginación del espectador» y lo que realmente hacen es presentar una trama vacía que no cuenta nada. Es complicado buscar el equilibrio adecuado de complicidad con el espectador, mantener una intriga y dejar las pistas justas para poder llegar a algún tipo de conclusión sin que la explicación pueda ser cualquier cosa. Aquí pasa exactamente eso, la narración se corta por lo sano en un momento aleatorio y, con la información que te han dado hasta ese momento, puedes montarte cualquier tipo de explicación sin que nada confirme o niegue de forma tajante tus teorías.
Y eso que los actores están correctos, la ambientación de intriga, misterio y opresión creciente está muy logrado, la cosa engancha y genera interés por ver a dónde llega todo el asunto, por saber qué es lo que ha pasado antes, por qué pasa lo que está pasando y a dónde conduce todo. Y te quedas con las ganas al llegar a un final sin final, y que cada uno lo interprete como le pete.