Deep Blue Sea 2 (2018), más de lo mismo
Deep Blue Sea 2 no es más que una copia de la primera entrega, pero a peor y sin esforzarse mucho por ser nada más.
Deep Blue Sea (1999), acción frenética y descerebrada
Deep Blue Sea ofrece lo que promete: tiburones gigantes y descocados acosando y comiéndose a seres humanos.
El Último Tiburón (1981), italian exploit
En El Último Tiburón un escualo italiano merodea una pequeña población costera en busca de víctimas a las que mordisquear.
Un hombre lobo americano en Londres (1981) – Landis über alles
En Un hombre lobo americano en Londres, un par de monguers se van de vacaciones por europa y los ataca un hombre lobo. Lo normal.
Basic (2003), simple y efectiva
Basic ofrece una variante del «efecto Rashōmon» con telón militar de fondo. Entretenida y amena pero con un final no del todo satisfactorio.
La Bella y la Bestia (2009), sangre y fiambre
La Bella y la Bestia es una adaptación diferente del conocido cuento. Para verla, reírse un rato y olvidarla lo antes posible.
Splice: Experimento Mortal (2009), bichoñada moñas
Splice: Experimento Mortal es un cóctel refrescante en el que se sirven a partes iguales un poco de Species, La Mosca 2, Mimic y Jeepers Creepers 😁
Hogar (2020) – Javier el parásito
Hogar nos mete en la piel de un pijo que era pijo, pero que quiere continuar siendo pijo. Un thriller interesante, pero con sus más y sus menos.
En la hierba alta (2019) – los King se ponen primigenios
En la hierba alta, engendro lovecraftiano parido entre Stephen King y Joe Hill, su hijo. De una simpleza brutal sale una película cojonuda.
Fractured (2019) – sorprendentemente irrelevante
Fractured promete 100 minutos de suspense, y sabéis qué consigue? 100 minutos de suspense. No sorprende, pero está muy guay hecha.















