2012 (2009), Emmerich al cubo
«2012» es la obra maestra de Roland Emmerich en el género que domina. Es cine palomitero en su máxima expresión: un grandioso, exagerado y absolutamente entretenido desfile de destrucción. Es una mala película con un guion horrible, pero una experiencia cinematográfica fabulosa.
Reminiscence (2021), el poder de la memoria y la pérdida
Reminiscence desperdicia una buena idea y un gran reparto con una historia confusa, pretenciosa y aburrida. Se olvida tan pronto como se termina de ver.