Pájaros de Papel (2010), se me ha metido algo en el ojo…
Pájaros de Papel es un homenaje al mundo del espectáculo que va directo al corazon. Una loa a la fortaleza frente a la adversidad, a la tolerancia, a la libertad, a la amistad y a la esperanza.
El Sueño de una Noche de Verano (1999), de William Shakespeare
El Sueño de una Noche de Verano (de William Shakespeare) es un enredo amoroso con un tono muy onírico y un excelente reparto que no termina de convencer.
Basic (2003), simple y efectiva
Basic ofrece una variante del «efecto Rashōmon» con telón militar de fondo. Entretenida y amena pero con un final no del todo satisfactorio.
La Bella y la Bestia (2009), sangre y fiambre
La Bella y la Bestia es una adaptación diferente del conocido cuento. Para verla, reírse un rato y olvidarla lo antes posible.
Yo, Frankenstein (2014), gárgolas contra demonios
Yo, Frankenstein parece un reciclaje cutre de un guión para una secuela de Van Helsing, o de Underworld.
Splice: Experimento Mortal (2009), bichoñada moñas
Splice: Experimento Mortal es un cóctel refrescante en el que se sirven a partes iguales un poco de Species, La Mosca 2, Mimic y Jeepers Creepers 😁
El Bosque de los Suicidios (2016), un viaje al borde del más allá
El Bosque de los Suicidios es una historia de fantasmas en un bosque de Japón conocido por ser destino de gran cantidad de personas que se adentran en él para terminar con su vida.
En el Bosque (2015), adoctrinamiento panfletario
En el Bosque, contando con dos estupendas actrices y con una premisa interesante, consigue ofrecer un truñaco de categoría cósmica.
La Enviada del Mal (2015), terror muy traaaanqui
La Enviada del Mal es una película de terror para paladear con calma. Sin sustos gratuitos ni exceso de sangre consigue transmitir una sensación creciente de angustia y agobio.
El Caballero del Dragón (1985), San Jorge interestelar
El Caballero del Dragón es un cuento de hadas de ciencia-ficción con un alienígena andrógino que chilla como un delfín y se enamora de una bella princesa.