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Zombie Camp (2015) – tetas y hormonas

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TÕTULO Zombie Camp
A—O 2015 NACIONALIDAD usa
DIRECTOR Christopher Landon
GUI”N Carrie Lee Wilson, Emi Mochizuki
REPARTO Tye Sheridan, Logan Miller, Joey Morgan, Sarah Dumont
SINOPSIS 3 scouts, en la noche de su última acampada, descubren el significado de la amistad cuando tienen que salvar su ciudad de un ataque zombie.

En fin, ya sabía que iba a ser una película mala, como casi todas las de zombies, pero en casi todas hay algo aprovechable para el universo Z. Zombie Camp no aporta absolutamente nada de nada al género, pero no puedo decir que no me lo haya pasado bien con ella.

Continúo tras el salto.

Sí, es otro de esos ejemplos de película con título en inglés que en España decidimos traducir por otro título en inglés con incluso menos sentido que la original; pero nada, ya sabéis lo que pienso sobre traducir cosas, así que mejor callarse.

3 quinceañeros yankis y Boy Scouts con la chorra enhiesta pensando y hablando constantemente de chochitos y tetas… Así empieza la peli, y sudas esperando o pensando cómo serán los próximos 90 minutos. Son iguales, pero con zombies de por medio y prótesis de silicona en cada actriz.

El argumento es fácil… infección zombie desde el minuto 3, sacada de un laboratorio de investigación, y yankis idiotas consiguen que el contagio sea más rápido que un eyaculador precoz viendo la portada del Interviú en el kiosko, mientras que por otro lado tenemos a 3 Boy Scouts y una camarera de club de striptease que intentan salvar el culo propio y el de un montón de jovenzuelos en una fiesta al otro lado de la ciudad.

La ejecución es cutre, el argumento manido, el maquillaje rudimentario y mediocre, el reparto inútil (aunque con el casting de tetas seguro que pasaron mucho tiempo) y así todo… todo sobra.

Un detalle simpático, o más que detalle, un cierto homenaje al género… Un zombie con chepa o problemas de columna que repentinamente se pone a cuatro patas y corre para embestir a los buenos, me parece un claro guiño a los Jockeys del Left 4 Dead.

Con todo lo malo, hubo un momento algo después de la mitad de la película que consiguió que los pulmones me reventaran de tanto reír, y es lo que hace que una película tan mediocre como esta haya conseguido que la pueda recomendar. No entraré en spoilers, sólo diré: «la escena de la cama elástica». Punto. Es una chorrada (literalmente), pero lloré de la risa.

En fin, que la peli es una mierda apestosa pero con un detalle desternillante que consigue que se borre todo lo malo que has acumulado de ella en tu memoria.

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