Icono del sitio Zinemaníacos

Viernes 13: Jason se va al Infierno (1993), triple WTF sin red!

Jason se va al Infierno - poster
TÍTULO ORIGINAL:
Jason Goes to Hell: The Final Friday
NACIONALIDAD:
Estados Unidos
AÑO:
1993
DURACIÓN:
87 min.
DIRECTOR:
Adam Marcus
GUIÓN:
Adam Marcus, Jay Huguely, Dean Lorey (Personajes: Victor Miller)
MÚSICA:
Harry Manfredini
FOTOGRAFÍA:
Bill Dill
REPARTO:
Kane Hodder, John D. LeMay, Kari Keegan, Steven Williams, Steven Culp, Rusty Schwimmer, Erin Gray, Richard Gant, Leslie Jordan, Billy Green Bush, Allison Smith, Kipp Marcus, Andrew Bloch, Adam Cranner

Sinopsis de Viernes 13: Jason se va al Infierno

Una agencia federal le tiende una trama a Jason Voorhees y destroza su cuerpo en un brutal tiroteo. Sin embargo, el espíritu del maníaco, en forma de gusano/embrión demoníaco, empieza a saltar de un cuerpo a otro mientras continúa su matanza y busca un anfitrión adecuado para reencarnarse.

Viernes 13 se va a la mierda

Viernes 13: Jason se va al Infierno se estrenó cuatro años después de la anterior entrega de la saga. Paramount había exprimido a Jason hasta la saciedad con ocho películas y decidió vender los derechos a New Line Cinema, que desde hacía tiempo querían enfrentar al de Crystal Lake con el protagonista de Pesadilla en Elm Street, añadiendo al cóctel a Ash Williams de Evil Dead. El cruce aún tardaría 10 años en producirse y la participación de Ash se quedaría en el limbo de las ideas, aunque en esta peli se menciona el Necronomicón y al final aparece el guante de Freddy Krueger llevándose la máscara de hockey al infierno. Oh, SPOILERS y eso (cómo si a alguien le importase lo más mínimo) 😕

Después del retorcido y confuso final de la octava parte en New York, New York, a nadie se le debió ocurrir una forma mínimamente ingeniosa de recuperar a Jason, así que por primera vez en la saga se rompe completamente la continuidad entre películas y, al principio, el asesino ha recuperado su forma habitual (un poco más demacrado) y está de vuelta en el campamento, persiguiendo a jovencitas con tendencias a quitarse la ropa a la mínima oportunidad. Hoy en día a esto le llamarían reboot de mierda.

Y, después de esos primeros 10 minutos, se acaba todo parecido con la franquicia. Ahora Jason es un «parásito demoníaco» que salta de cuerpo en cuerpo y que necesita un anfritión que pertenezca a su familia para poder revivir sin consumir a su huesped. Sí, la «idea» copia descaradamente la premisa de Hidden: Lo oculto (1987), cinta que también es de New Line Cinema. Además, lo de introducir a un familiar del psicópata que va a ser decisivo para su resurrección o derrota es algo que ya se había visto en Pesadilla final: La muerte de Freddy (1991).

Vamos, destilando originalidad por los cuatro costados (dicho esto con plena consciencia de qué tipo de película estoy comentando), y encima con una presentación de lo más chapucero. Los peores diálogos, actuaciones y personajes de toda la saga (el cazarrecompensas que lo sabe todo, todo, todo porque sí y que al final no sirve para nada, es de lo más irritante). Un desarrollo de la acción lento, confuso, tedioso y que no consigue generar interés por lo que va a pasar en ningún momento. Lo único que deseas es que la tortura termine de una vez, y se hace muuuuy larga a pesar de sus escasos 90 minutos.

Kane Hodder interpreta a Jason por tercera vez, pero puesto que el personaje como tal aparece unos escasos 12 minutos, también se pone en la piel de una de las víctimas. Harry Manfredini vuelve a ocuparse de la banda sonora después de saltarse la entrega anterior, pero no usa su mítico tema de susurros distorsionados («kill kill kill mom mom mom» / «kill kill kill her her her», según diferentes interpretaciones del mismo).

Trailer de Viernes 13: Jason se va al Infierno

Salir de la versión móvil