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Vacaciones y sus consecuencias. Parte 2

Como os comentaba en mi anterior post, en mis cortas vacaciones me he visto algunas películas con algo de sufrimiento, seguramente he perdido alguna neurona en el proceso, pero aún me da para continuar:

Machete Kills:
Segunda parte de la exitosa «Machete» que no se acercó ni por asomo al éxito de la primera, ni en taquilla, críticas o acogida. Danny Trejo vuelve a encarnar al agente secreto mexicano Machete, con el mismo estilo, la misma mala leche y el mismo sex appeal con las mujeres… ¿por qué ha fracasado tanto? Fácil, nada nuevo.
Machete se agarró al último suspiro de la «moda», el éxito de películas como Death Proof o Planet Terror, mostrando un estilo conocido pero atrayente, con un antihéroe callado, tosco, feo, malhumorado y sin compasión; lo mismo que vemos en esta segunda parte, pero sin ese halo de diferente, simpático de su predecesora, haciéndola predecible, sin chispa y sin la gracia que podríamos esperar. Ni siquiera las exuberantes Sofía Vergara y Amber Head o los carismáticos Charlie Sheen (en los créditos aparece con su verdadero nombre, Carlos Estévez) o Mel Gibson, levantan una película que esperaba sobrepasar (al menos igualar) uno de esos productos que nadie sabe porque triunfan y se acaban convirtiendo en clásicos; este por supuesto, ni por asomo.

Non-Stop (Sin escalas):
Se nos encasilla un poco el gran Liam Neeson con otro papel similar a Venganza (1 y 2) y Sin identidad, aunque lo hace con estilo. Aquí vuelve a encarnar a un agente de la ley (en este caso del servicio aéreo de una compañía), con algún problemilla con la bebida y un poco malote (fuma en el baño del avión!!) en un rutinario vuelo Londres – Nueva York. Durante el vuelo le llegan mensajes extraños, hasta que se vuelven amenazadores, indicando que una persona morirá cada 20 minutos si no se le tranfieren 150 millonazos (en breve los malos pedirán de billón en billón).
Lo mejor de la película seguramente será el tempo, mantiene en una sutil tensión al espectador y la manera de ir conociendo cosas de los personajes es genial, sobre todo para el reducido espacio y tiempo en el que se desarrolla. Las actuaciones son correctas, con alguna llegando al bien alto, echando un poco en falta un poco más de importancia para el personaje de Julianne Moore y aunque no muestra nada nuevo en los filmes de aviones, hace que te centres más en la trama que en el lugar de los hechos.
Pero claro, no podían dejar la trama seguir su ritmo y darle un buen cierre… los últimos 15 minutos (aprox.) son un caos, se nota la desesperación por dar una energía, una fuerza y una complejidad que la película no necesita y estropea un buen film.

Sabotage:
Después de El último desafío y Plan de escape, esperaba otra entretenida película del Chuarche, repartiendo leña y coñas de manera ambidiestra… error!! Tenemos al ex político como líder de un dudoso, extraño y descabellado grupo de agentes de la D.E.A. (antidroga), cuya especialidad es infiltrarse en bandas y cárteles. Se toman muy en serio su trabajo o eso parece por las fiestas, drogas y alcohol que le meten al cuerpo, porque lo que es misiones de infiltración… nada! Después de ser investigados (y suspendidos) por un supuesto delito quedan libres de todo cargo y empiezan a volver al curro, empezando a ser asesinados uno por uno.
Mucha sangre, tripas, despilfarramento de cuerpos y acción sin sentido y descontrolada; por supuesto predecible y lo único que la salva un poco son algunas actuaciones convincentes como la de Olivia Williams (Caroline) o Mireille Enos (Lizzy Murray) y eso que el elenco es bastante decente: Sam Worthington, Joe Manganiello, Josh Holloway o Terrence Howard. Te deja la sensación de haberse dejado llevar por el tirón de los protagonistas y esperar a ver que sale y claro, sale una mierda.

Ride Along:
Tengo cierta debilidad por casi cualquier película protagonizada por afroamericanos, así que cuando me fijé en esta no dudé en arriesgarme. Típica película de colegas policías (bueno uno de ellos está en ello) que no se soportan y tienen que «unirse» a narices para salvar la situación, original ¿no?
Ice Cube y Kevin Hart no tienen una gran química, el primero sobreactúa estando cabreado hasta durmiendo y el segundo se olvida de que está actuando en una película y no en el teatro Apollo. El rapero es un duro policía, con métodos rudos y en la linea de la ley que no soporta que su hermanita se vaya a casar con un guarda de seguridad aspirante a policía, por lo que se lo lleva para «enseñarle» y que le demuestre que merece a su hermana. No tiene mucha gracia, un par de escenas con un buen par de gomazos que le sacan la risa a cualquiera, predecible en todo momento y con una trama demasiado vista; además se entretiene demasiado en determinadas situaciones lo que la hace un poco cargante por momentos.
Otra para la colección de ¿realmente no encontré nada mejor para ver?

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