Vacaciones! Dulces y cortas vacaciones! Periodo de tiempo en el que tienes que subir el filtro solar y bajar el cinéfilo, si quieres ocupar tu tiempo con el maravilloso mundo del celuloide. Gracias a ese estado vacacional en el que tu cuerpo y mente están al 20%, puedes verte casi cualquier cosa disponible en unos pocos clics; eso es lo que hecho yo, tragarme verme un poco de todo al alcance de mi ratón.
Por desgracia no hay nada destacable y/o salvable, por lo que comentaré a grandes rasgos las mierdas películas que me he visto:
No hay dos sin tres:
La química entre las protagonistas no acaba de cuajar, aunque me sorprendió gratamente Upton por sus dotes (interpretativas, las otras no sorprenden, ya se aprecian a simple vista) ya que no lo hace mal del todo; Leslie Mann sobreactúa en casi todo momento y Cameron Díaz está en su linea (para gustos…). No ofrece nada nuevo, muchos tópicos y típicos, aunque se deja ver para pasar el rato.
300: el origen de un imperio:
Por desgracia no se ha sabido o querido mantener el nivel de su primera parte. La fotografía y estilismo es similar, sí pero le falta la fuerza y contundencia de la que presume su antecesora que intentar suplir con una historia más compleja (no mejor).
Eva Green, Artemisia superasesina, le quita todo el protagonismo al poderoso Xerxes, cuando en un principio dan a entender otra cosa, restándole esa imponencia y semblante otorgados otrora; eso sí, para que no lo notes el film nos regala una escena donde la buena de Eva nos permite ver sus encantos.
El bueno, Themistocles es un Leónidas de pufo, aunque hay que tener en cuenta de que no es Espartano, aunque [Spolier] liquida a la superasesina con suma facilidad, cuando esta ha sido entrenada por los mayores maestros en tal oscuro arte (incluso los supera), ¿lo entrenaría el Señor Miyagi?
Tenemos acción, sangre, batallas marinas, menos abdominales y un buen par de… actuaciones; tal vez sin las comparaciones con la primera se le podría tener algo más de consideración, pero es que no le llega ni a la suela.
Yo, Frankenstein:
A Adam le tortura su apariencia, aunque sea casi humana, escondiéndose de los humanos y saliendo a la luz solamente cuando caza demonios… habéis leído bien! El «tipo» este lleva 200 años cargándose a demonios gracias a su fuerza, resistencia y mala leche, ayudado por algunas armas «bendecidas» por… gárgolas!! Se ve que los vampiros y hombre lobo están en desuso, así que aquí la «guerra oculta durante siglos» es entre gárgolas (en este caso son una especia de ángeles) y demonios.
La película tiene un ritmo raro, sin mucho sentido, las actuaciones penosas y solo se salva en el aspecto visual. Entretiene, pero te deja una leve sensación de… tal vez no de haber perdido el tiempo, pero sí de que podíamos haber escogido mejor.
Venganza (In the Blod):
Celebrando su luna de miel secuestran a su marido (al que le saca media espalda) y resulta que los pobres secuestradores no sabían que la dulce esposa es una máquina de matar creada por los maltratos, preparación e insistencia de su padre (si buscáis la razón os quedaréis con las ganas). Y así mientras la película empieza igual que un «thriller» de sobremesa (Luna de miel en isla, secuestro por corrupción, nadie sabe nada, etc) no tarda en exceso (un poco sí) en convertirse en un despropósito donde solo prima ver a una tía medio mazas repartiendo a diestro y siniestro. No perdáis el tiempo.