Durante una noche tormentosa, un hombre llamado Silas (Luke Perry) llegará a una granja, propiedad de Tom y Gillian, en busca de refugio. La pareja le acojerá y mientras tratan de esperar a que pase la terrible tormenta, descubrirán que están amenazados por un peligro mucho mayor que cualquier fuerza de la naturaleza…
Después de «Stoic», Uwe vuelve a adentrarse en el género thriller con esta película que intenta ser una versión a lo Stephen King de «El cabo del miedo». Salvando las brutales diferencias, claro está.
Toda la película se basa en las diferencias que surgirán entre el matrimonio encarnado por Lauren Holly («Abajo el periscopio», «Beautiful Girls») y Steve Bacic («X-Men 2»,«El 6º día») de cara a la entrada de Luke Perry ‘Silas’ («Sensación de vivir»,«El Quinto Elemento») en su casa. Todo el pueblo ha desaparecido, no existe la mínima presencia animal ni ningún tipo de comunicación posible con el exterior.
Así como el matrimonio vive en un continuo tira y afloja ante la presencia de Silas, del que no saben si fiarse o no, la misma sensación se hará presente en el espectador, pudiendo resultar el final más o menos predecible según quién la esté viendo. De todas formas, estamos ante otro producto demasiado bueno para la producción telefílmica que lo ha financiado, y demasiado malo para que alguien tuviera huevos a proyectarlo de otra forma.
Por suerte para la obra, se han escogido unos buenos actores y la intriga es más que decente, pero le falta algo más para poder llegar a convencernos, una pena… siempre disfrutaremos de una buena película de Luke Perry…