TÍTULO ORIGINAL | Upside Down |
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AÑO | 2012 |
NACIONALIDAD | Canadá |
DIRECTOR | Juan Diego Solanas |
GUIÓN | Juan Diego Solanas, Santiago Amigorena |
MÚSICA | Benoît Charest |
FOTOGRAFÍA | Pierre Gill |
REPARTO | Jim Sturgess, Kirsten Dunst, Timothy Spall, Blu Mankuma, Nicholas Rose, James Kidnie, Vlasta Vrana, Kate Trotter, Holly O’Brien, Elliott Larson, Maurane Arcand, Janine Theriault, Vincent Messina, Cole K. McKenzie, Paul Ahmarani, Carolyn Guillet, Pablo Veron, Don Jordan, Edward Langham, Holden Wong, Keir Cutler, Alex Bisping |
SINOPSIS | En un apartado rincón del universo, dos planetas gemelos orbitan juntos, lo que da lugar a un peculiar sistema de gravedad doble. Dos jóvenes, uno de cada mundo, se enamoran de adolescentes y se separan para reencontrarse diez años después. |
Hace unas semanas, Kazuhiko ya hizo su critica de esta película y, aunque no discrepo plenamente con lo dicho, voy a dar otra perspectiva… o a intentarlo…
Si hubiera que destacar algo de esta película es su original planteamiento visual, lo cual no es demasiado habitual hoy en día. En esencia es una historia de amor con un trasfondo de ciencia ficción, más tirando a la parte fantástica que a la científica. El prólogo de la película es sobresaliente, explicando perfectamente las reglas de la gravedad doble, al tiempo que nos introduce las características distintivas de ambos mundo (el «superior», poderoso; el «inferior», oprimido) y nos presenta los primeros encuentros de los protagonistas. Por desgracia, ahí se acaba todo lo bueno.
El guión es completamente lineal, sin riesgos, sin sorpresas, con personajes planos. Hay un tremendo abuso de las elipsis narrativas, hasta el punto de que dudas si hay escenas mal cortadas o si el director ha preferido no entrar en explicaciones detalladas de porqué ocurren determinadas cosas, o cómo se llega de un punto a otro. La presunta lucha de clases que se podría intuir desde de la presentación se queda en nada y se resuelve con un par de situaciones absurdas (la omnipresente y malvadísima organización «superior» resulta ni ser tan omnipresente ni tan malvada… hasta se podría decir que es un tanto torpe, pero no en un sentido cómico, sino en un sentido patético).
Recomendable verla, no darle muchas vueltas a lo que se está viendo, disfrutarla y olvidarla. O, mínimo, quedarse con los primeros 15 minutos. Lo mejor, ya lo dice el protagonista al final, queda para otra historia.